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Calderas y calentadores. Que son, diferencias y tipos

¿Qué debes saber las calderas y calentadores?

04/10/21 por Staff de CHP

Cuando el invierno se acerca, las calderas y los calentadores se convierten en los mejores aliados para superar esta fría temporada.  Bien sea en la oficina, en la escuela o en el hogar, estas son de vital importancia para mantener el calor corporal. Es por ello que si deseas conocer las diferencias y los tipos de calderas y calentadores, continúa leyendo.

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¿Cuál es la diferencia entre una caldera y un calentador?

Las calderas de gas son utilizadas para dos finalidades principales: proporcionar agua caliente para la ducha y mantener la calefacción del hogar. Trabajan con gas, indiferentemente de si se trata de gas butano o propano.

Por otro lado, los calentadores sirven únicamente para proporcionar agua caliente, de manera que la principal diferencia entre ambos radica en que las calderas tienen una funcionalidad mucho más completa, funcionan prácticamente a dos por uno. No obstante, los calentadores son más pequeños y, por lo general, también funcionan a gas.

Asimismo, la instalación de los calentadores es más rápida y económica, aunque antes de elegir alguno de los dos, hay que tener en cuenta la inversión a largo plazo que significan.

Tipos de calderas

Naturalmente, puedes encontrar diferentes tipos de calderas en el mercado, que se adaptan a tecnologías y necesidades particulares. De todos los tipos de calderas, aquellos modelos de la marca Bosch son los más comunes y con mayor rendimiento.

Calderas estancas

Son un tipo de calderas muy tradicional. Funciona con una cámara hermética que posibilita la combustión de los gases, mientras que la expulsión del aire se realiza gracias a un ventilador que permite la salida de los gases al exterior.

Calderas de bajo NOx

Las calderas de bajo NOx tienen una metodología bastante parecida al primer tipo de calderas. Sin embargo, en este caso expulsan los gases consumiendo menor cantidad de luz, de manera que son más eficientes y sustentables. Se trata de la alternativa perfecta para conseguir un consumo energético eco amigable.

Calderas de condensación

En el caso de las calderas de condensación, funcionan con una metodología tal que posibilita ahorrar hasta el 30% de los montos mensuales destinado a pagar el servicio de gas.

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Al incorporar las más recientes innovaciones tecnológicas, hacen posible la utilización del calor emitido en forma de humo para seguir trabajando. Las calderas junkers son el tipo de calderas de condensación más usadas en la actualidad.

Tipos de calentadores  

En el caso de los calentadores de gas, funcionan de manera diferente a las calderas y, aunque brindan menores posibilidades,  son una excelente alternativa para conseguir agua caliente de manera constante.

Esto es de gran utilidad no solo para la ducha, sino también para cepillarse los dientes, lavarse las manos o cocinar. Entre los tipos de calentadores de gas se encuentran los siguientes:

Calentadores atmosféricos

Han sido el tipo de calentador más utilizado durante los últimos años. Se trata de los calentadores de gas más antiguos que funcionan bajo metodologías tradicionales: recogen el aire de la estancia, de manera que puedan realizar la combustión.

Este tipo de calentadores no están permitidos para instalarse en baños, sin embargo, son excelentes para exteriores como, por ejemplo, el fregadero o espacios abiertos.

Calentadores estancos

Gracias a su diseño que permite la expulsión de los gases mediante un tubo de salida concéntrico, es posible instalarlos en las duchas o los baños pues, son mucho más seguros que los calentadores atmosféricos. Además, las condiciones atmosféricas no influyen en el funcionamiento de este tipo de calentadores.

¿Cuál es la mejor opción?

Ahora que conoces los tipos de calderas y calentadores, probablemente te estés preguntando cuál es la mejor opción para elegir. La realidad es que la respuesta es subjetiva, pues se adapta a las necesidades específicas de cada cliente.

Para ello, es necesario tener en cuenta algunos factores como el espacio donde se va a instalar, las marcas más conocidas y los precios y accesibilidad.

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Calefaccionar el hogar es todo un desafío. Lo ideal sería comenzar ni bien agregamos una manta a la cama, o en cuanto la temperatura climática disminuyera, obligándonos a ponernos un abrigo por las noches. Sin embargo, si encendemos la calefacción tan temprano en el año para ir calentando la casa de a poco, iremos vaciando no tan lentamente nuestro bolsillo.

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