Qué hacer cuando tus Hijos No Quieren Comer
Los padres suelen ser muy ansiosos y esperan que sus hijos coman con todas las ganas las comidas. Normalmente, suele ocurrir que mientras más insistimos menos comen. Evitar los errores sabiendo qué hacer si tus hijos no quieren comer.
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Cómo actuar si los niños no quieren comer
Niños pequeños y comida no suelen ser buena combinación. Si tus hijos no quieren comer de ninguna forma, existen acciones para ayudarles a que coman con ganas, pero también errores que se suelen cometer y que se deben evitar a toda costa.
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No insistir ni obligar al niño a comer
La sobreprotección, o incluso obsesión, por hacer que tus hijos pequeños coman no lleva a ningún lado, y de hecho, está desaconsejado por la mayoría de educadores infantiles. Lo único que se consigue es un rechazo mayor por parte del niño y comenzar un círculo vicioso.
De igual manera, tampoco se aconseja obligarles a ingerir comidas que aborrecen, pues las acabarán odiando más. Lo que se debe hacer es ir introduciéndolas gradualmente o con alternativas (por ejemplo, puré de verduras en lugar de las verduras frescas).
No hacer chantajes emocionales para que coman
- Otro gran error que nunca debes practicar con tus niños es el de chantajearles ofreciendo recompensas o amenazándoles si no se acaban una determinada comida.
- Lo típico de "Si te comes las lentejas hoy toca helado", o "te comes el pescado o te vas a la cama ahora", son fallos desde el punto de vista pedagógico, dado que el niño asocia erróneamente determinadas emociones (alegría, enfado, tristeza, etc.) a los alimentos, restándoles o sumándoles un supuesto valor que en realidad no tienen.
- Tampoco se debe ridiculizar al niño comparándole con otros semejantes que comen más que él, dado que cada persona tiene un gusto diferente en la mesa y un mayor o menor apetito, factor que los padres deben tener en cuenta y respetar.
Platos pequeños para los niños
Muchos piensan que el niño tiene la capacidad de un adulto y como tal, les ofrecen mucha comida, y en platos de adulto. Otro gran error, dado que el niño ya ve con malos ojos tanta cantidad de comida junta, y si no le gusta comer, su rechazo será aún mayor. En este caso, lo que se recomienda es servir una ración más pequeña, y si luego tu hijo queda con más hambre, ya podrá repetir.
"No se debe ridiculizar al niño comparándole con otros semejantes que comen más que él, dado que cada persona tiene un gusto diferente en la mesa."
Por último, te recomendamos que hagas uso del sentido común. A lo mejor parece que tus hijos comen poco, pero si observas que no tienen dificultades en la escuela, que juegan con energía, se muestran sanos, se ríen y duermen bien, mientras no estén por debajo del mínimo de peso recomendable para su edad y estatura, no hay motivo para alarmarte.
A cada edad el niño debe tomar lo que el cuerpo le pide y raras son las ocasiones en que un niño enferme por comer poco.