Cómo hacer serigrafía convencional
La serigrafía es una técnica de estampado e impresión sobre telas y otros elementos. En esta nota te explicamos cómo se realiza el proceso convencional.
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Cómo es el proceso de serigrafía convencional
Antes hemos aprendido a hacer una serigrafía para camisetas en casa, utilizando materiales simples. Pero aquí aprenderemos sobre el proceso convencional de esta técnica de impresión y estampado, para que puedas reconfigurar tus prendas de vestir, tapizados, cojines, o también papeles a tu gusto.
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Mallas de serigrafía
Para esta técnica necesitas utilizar mallas de serigrafía, un material flexible, elástico y con microperforaciones que permite el paso de la pintura hacia el género según el molde diseñado.
Estas mallas se aplican sobre una cara de un marco de aluminio, en un tamaño adecuado para diferentes talles de camisetas, aunque bien puede ser un marco de madera, el cual se reutilizará pocas veces debido a la humedad que absorberá este material.
Las mallas son clasificadas con números que designan la rigidez del tejido: un número más alto nos indica que las fibras de la malla son más compactas, es decir, que dejan pasar menos tinta, y son más adecuadas para diseños con detalles pequeños y específicos.
"Para serigrafía en prendas de vestir, se recomienda una malla de 110 a 160, pues el género absorbe la humedad y se necesita mayor paso de pintura."
Para serigrafía en prendas de vestir, se recomienda una malla de 110 a 160, pues el género absorbe la humedad y se necesita mayor paso de pintura para un estampado óptimo.
Prepara el marco de aluminio y aplica la malla firmemente. Luego, lava utilizando agua tibia y un producto desengrasante, secando con papel absorbente o un género suave que no deje pelusas. Puedes agregar asas al marco, respetando dejar plano el lado de impresión, que es el lado donde se ha reposado el tejido.
El diseño a estampar
El dibujo a estampar debe ser preparado en el ordenador (o a mano), logrando una plantilla por cada color que se desea serigrafiar, utilizando filtros de malla, de medios tonos o simplificaciones lineales en el diseño original.
Ya preparado, se imprime en una película transparente, en tonos opacos y totalmente cubiertos en negativo, es decir, se imprime lo que no se quiere plasmar en la ropa.
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Luego, se fija la plantilla en el interior del marco y se cubre toda con emulsión fotosensible, que se ilumina con bombillos de 250 vatios en un cuarto oscuro, como se realiza en el revelado de fotografías.
Esto endurece la emulsión sólo en los puntos opacos o con tinta. Después, al lavar con agua, la emulsión habrá "comido" las zonas de impresión, dejándolas libres para el paso de la pintura.
Estampado con serigrafía
Se extiende la playera en una superficie adecuada, sin dejar que ambas caras se toquen entre sí. Luego, se coloca y fija el marco sobre la prenda, sin dejar separaciones, y se comienza con el estampado. Para ello se tiende una cantidad adecuada de pintura para telas o para serigrafía sobre el molde, en la parte superior, y se comienza a estirar hacia abajo con la ayuda de una espátula de goma.
Con algo de técnica se podrá estirar hacia abajo y hacia arriba, aunque si la pintura fuese demasiado gomosa podría mover la tela. Lo mejor es llevar el material hacia abajo, tomar el excedente, y hacer una segunda aplicación si fuera necesario.
"El dibujo a estampar debe ser preparado en el ordenador (o a mano), logrando una plantilla por cada color que se desea serigrafiar."
Se requiere de un nuevo molde por cada color de pintura a aplicar. Para ello, se deja el marco fijo sobre la tela y sólo se reemplaza el molde de diseño, dejando "a la vista" el espacio de cada tono de pintura y lavando los materiales en cada aplicación, para evitar la contaminación.
Para facilitar el trabajo se puede fijar el marco a la mesa mediante bisagras, que permitan elevarlo sin que pierda su posición. Las prendas a serigrafiar también se deben fijar a la mesa, para que no se muevan. Esta técnica es simple de realizar, y dará mejores resultados para trabajos en tandas extensas.