Cómo hacer para no abandonar el gimnasio

En el caso de los gimnasios, la causa más común, es el aburrimiento o falta de motivación por parte de los profesionales del establecimiento. Además, hay que ser realistas, nadie puede alcanzar un cuerpo escultural en un mes de ejercicio, proponernos metas inalcanzables o utópicas solo nos causará frustración, motivo suficiente para alejarnos de la actividad que hemos elegido.

Para no abandonar un gimnasio, debemos tener en cuenta algunas pautas al momento de optar por uno o por otro. Los siguientes consejos pueden ser de gran ayuda para cuando llegue el momento de hacerlo.

"Las causas más comunes de abandonar un gimnasio, es el aburrimiento o la falta de motivación por parte de los profesionales del establecimiento."

Cómo elegir un gimnasio

Lugar Lo ideal es que el gimnasio quede cerca de la casa o del trabajo, si lo elegimos demasiado lejos, probablemente desistamos antes el primer inconveniente de traslado.

Variedad No hay que decidirse por el primer gimnasio que visitemos o porque alguien nos ha recomendado tal o cual o por la hermosa propaganda que vimos en algún lado. La idea es visitar varios gimnasios y si es posible, realizar una o dos clases de prueba (en muchos gimnasios dan esta posibilidad).

Personal Es importante conocer el personal que está a cargo y observar diferentes clases para poder conocer la forma de trabajo que tienen. Hablar con los encargados o los recepcionistas.

Instalaciones Es recomendable recorrer las instalaciones por completo, observar el estado (limpieza, comodidad, etc.) de los aparatos, salones y vestuarios.

Elección La idea de conocer y poder observar las diferentes disciplinas y clases en un gimnasio, es la de poder optar por la que nos resulte mas atractiva y se amolde mejor a nuestros gustos y necesidades. Si optamos por una más efectiva pero que no concuerda con nuestros gustos, seguramente al tiempo la abandonaremos.

Esfuerzo No se debe pretender notar resultados inmediatos, todo entrenamiento físico necesita de tiempo y de esfuerzo, además el cuerpo se debe ir adaptando poco a poco la actividad, si lo sobreexigimos podemos lesionarnos. Lo importante es mantener un ritmo de asistencia.

Compañía Otra buena estrategia es la de invitar al gimnasio a su pareja o amiga/o, la idea es motivarse mutuamente para no “inventar” excusas que nos hagan faltar o desistir.