Cómo hacer Malvaviscos Saborizados
Dale un giro a los dulces tradicionales, y aprende cómo hacer malvaviscos caseros saborizados a tu gusto, ¡es muy fácil!
Si tienes pistola de calor, podrás darle el toque final y decorativo a tus malvaviscos saborizados.
Recetas de Malvaviscos Saborizados
Para hacer en una fogata o agregar al chocolate caliente y a los postres, aquí te proponemos crear tus propios malvaviscos saborizados, completamente caseros, ¡y absolutamente deliciosos!. Puedes darles el gusto que mejor vaya con tu comida o bebida, y también podrás modificar sus colores para que estén al tono de tu evento.
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Receta de malvaviscos caseros
Para hacer malvaviscos caseros, pon en un cuenquito 20 gramos de gelatina sin sabor (unos 2 sobres), e hidrátala con ½ taza de agua fría. Aparte, pon en una olla 1 taza de azúcar y 1/3 de taza de sirope de maíz (o reemplaza por caramelo líquido), y disuelve en 1/3 de taza de agua fría. Lleva al fuego moderado-alto, y calienta para que el azúcar se disuelva totalmente y el líquido tome cierta consistencia.
Pon 4 claras de huevo en la batidora eléctrica, y activa para batirlas a nieve a velocidad media-baja. Agrega apenas una pizquita de sal y, cuando notes que el líquido de la olla comienza a burbujear, acelera la velocidad del batido a alto, para que las claras tomen una textura mucho más firme. Ya que el líquido haya tomado consistencia, comienza a agregarlo en un hilo delgado y constante a la batidora, para que se integre con las claras.
"A partir de la preparación de base, crea tus alternativas favoritas de malvaviscos saborizados para que se ajusten mejor al sabor de tus platillos."
Aprende a hacer malvaviscos saborizados para adaptar a los platos que sirvas en tu mesa de té.
© Depositphotos.com/anskuw
Mientras tanto, calienta la gelatina hidratada (o agrega al líquido de la olla uno a dos minutos antes de retirar del fuego). Ya que hayas puesto todo el “almíbar”, integra al batido en un hilo la gelatina y el agua, ya unidos. Sigue batiendo hasta que, al tocar el vaso de la batidora desde el exterior, lo sientas frío.
Esparce la preparación en un molde de vidrio espolvoreado abundantemente con una mezcla en partes iguales de azúcar en polvo y almidón de maíz, o de patatas, y déjalo bien plano con la ayuda de una espátula. Vuelve a espolvorear por encima con la mezcla de azúcar y almidón. Deja reposar sin cubrir por 4 a 6 horas, o toda la noche si prefieres, y luego corta los malvaviscos en la forma que prefieras.
Cómo hacer malvaviscos saborizados
A partir de la preparación de base, crea tus alternativas favoritas de malvaviscos saborizados para que se ajusten mejor al sabor de tus bebidas calientes, para agregar a los postres, o para adaptarlos a tus platillos preferidos. Estas son nuestras variaciones favoritas:
Malvaviscos de cava: Al momento de hidratar la gelatina, reemplaza el agua por cava (champaña, espumante). Si quieres intensificar el sabor, reemplaza también parte del agua (la mitad o un tercio, no más de eso).
Malvaviscos caseros de chocolate: Reemplaza la mitad del azúcar (de la ollita) por chocolate rallado o cacao en polvo. Para espolvorear, combina el almidón de maíz con cacao, dulce o amargo.
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Malvaviscos de cerveza: Para hacer esta delicia, hidrata la gelatina en cerveza que hayas dejado ventilar por unas horas (para que pierda el gas), y también puedes intensificar el sabor reemplazando parte del agua de la ollita por cerveza sin gas.
Otras recetas evitan el uso de las claras de huevo y usan el preparado caliente para el batido. Estas son nuestras favoritas:
Malvaviscos de coco: Esta variación de malvaviscos saborizados difiere en el método de preparación. Hidrata la gelatina en el agua por 20 minutos, y luego combina en la ollita el azúcar, el sirope y el agua hasta que comience a burbujear. Agrega la gelatina hidratada y calienta nuevamente hasta que burbujee suavemente, y entonces vuelca todo al vaso de la batidora. Comienza a batir a velocidad media e incorpórale una pizquita de sal, 2 cucharadas de extracto de coco y una cucharadita de extracto de vainilla. Bate hasta que la preparación esté firme y blanca, y repite el procedimiento para colocar en el molde y dejar secar a temperatura de ambiente.
Malvaviscos de vainilla: Esta sabrosa variante también evita el uso de claras de huevo. Sigue el procedimiento anterior y, al momento de batir en la batidora, agrega una a dos cucharaditas de pasta de vainilla, o una cucharadita de esencia de vainilla y el interior de una chaucha.
Malvaviscos de pistachos: Siguiendo este método de preparación, sólo agrega a la ollita ½ a 2/3 de taza de pistachos tostados y pulverizados en un robot de cocina. Reserva una cucharadita de este polvo verduzco y delicioso para la mezcla de fécula y azúcar que usarás para espolvorear.
"Puedes cortar tus malvaviscos saborizados en cubos pequeños, y untar en chocolate caliente, ¡o comer tal y como están!."
Recuerda que puedes seguir estas recetas para crear tus propios sabores, por ejemplo, siguiendo las instrucciones de los malvaviscos de pistachos usando otros frutos secos o semillas, o también la de los malvaviscos de vainilla pero usando esencias y extractos de menta, de naranjas o del gusto que prefieras.
Con estas recetas, tus postres, helados, sándwiches dulces y todo lo que hagas tomará un sabor mucho más especial. Puedes cortar tus malvaviscos saborizados en cubos pequeños, y untar en chocolate caliente, ¡o comer tal y como están!