Cómo colaborar con el medio ambiente desde nuestras compras

Cómo ayudar al medio ambiente desde nuestras compras

• Primero y principal, debemos hablar de las bolsas plásticas. Estas bolsas son, por lo general, reciclables, aunque en muchas de nuestras ciudades no existen plantas recicladoras.
  Por lo tanto, las bolsas terminan por ser arrojadas a la basura sin reparo, y sólo una pequeña proporción de las mismas es biodegradable a muchos años. Por ello, la mejor idea es evitar utilizarlas.
  Podemos comprar o hacer una bolsa de tela, una mochila, un carrito o lo que sea para reemplazar las bolsas plásticas.
• Hacer compras inteligentes y amigables con el entorno significa también prestar atención a los bienes que compramos. Si adquirimos ropa, podemos pedirla sin envoltorios plásticos, o en bolsas de papel que podamos reutilizar o reciclar.
• En los supermercados, se puede elegir productos naturales, preferentemente locales, y con envases de vidrio en lugar de los de plástico. En productos de limpieza o en ciertos alimentos, podemos comprar las recargas económicas para rellenar las botellas que ya tengamos en casa.
  También se puede comprar frutas y verduras en verdulerías, para no adquirir bandejas de telgopor o plásticas que suele haber en los supermercados, y siempre adquirir lo que necesitemos, no más. De este modo, ahorraremos dinero y también minimizaremos la producción de residuos.
• El transporte hacia las tiendas también es un frente de ataque que debemos abordar. Si es posible, compartamos el auto con los vecinos y familiares para ir juntos a hacer las compras, o bien dirigirse a pie, en bicicleta, o en transporte público.
  También podemos aprovechar los días de descuento (con dinero en efectivo o tarjetas de crédito o débito) para hacer compras masivas a menores precios, y así no tendremos que ir a las tiendas tan seguido.
• En lo referente a las compras de bienes electrónicos, se puede aprovechar los planes de recambio o planes de canje donde reciban los viejos electrodomésticos. Con ellos, los fabricantes y técnicos logran hacer repuestos para repararlos, y así ahorraremos en dinero, además de ayudar a conservar el entorno, sin desecharlos a la basura.