En qué consiste el período de adaptación al comenzar la etapa escolar
Antes de iniciar las clases, el niño (y los padres) deben pasar por un período de adaptación que sirva para analizarlo y acostumbrarlo a su nueva etapa.
El período de adaptación en la escuela o jardín se utiliza para disminuir los conflictos emocionales que provoca el alejarse de la familia.
¿Qué es el período de adaptación?
Cuando llega la edad de iniciar el jardín de niños o el preescolar, aunque con muchos niños sucede año a año, nos encontramos con algo que los institutos de enseñanza llaman “período de adaptación”.
Este período es un tiempo que transcurre durante el primer mes de escolaridad, y se utiliza para que los niños puedan conocer el espacio donde estarán durante varias horas, todos los días… lejos de mamá, papá, los hermanitos, la abuela, sus juguetes, y para colmo, rodeados de otros niños y una maestra, totalmente desconocidos.
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Este período de adaptación se utiliza para disminuir los conflictos emocionales que provoca el alejarse de la familia, socializar y estar “solos”. Pero también se utiliza para que los padres o quienes viven con el niño aprendan a dejarlo, y para que las docentes puedan conocer mejor a la familia y la personalidad del niño.
¿Cuánto dura el período de adaptación?
La cantidad de horas y días que dura el período de adaptación puede ser diferente según cada país, pero en líneas generales, este período se inicia con 1 hora u hora y media durante la primera semana de clases, en la que el niño entra al establecimiento a la hora de ingreso normal, se queda con la maestra y la madre, o quien acompañe al niño. Éste se retira del lugar pero se queda cerca para ayudar a la maestra en caso de que el niño se angustie mucho.
Pasada la primera semana, se extiende el tiempo por 1 o 2 horas más, y así hasta completar el horario normal de las clases. En algunos casos, la maestra puede solicitarte que este tiempo de adaptación sea más largo, pero nunca más corto, para evitar que el niño se quede sólo en el aula.
Es importante que conozcas bien esta situación y consultes con la docente al momento de inscribir al niño, más que nada para organizar a la familia en el caso de que debas volver al trabajo y no puedas esperar al niño durante el primer mes de clases, o bien para acomodar tus vacaciones y tomar en cuenta ese mes ya que tu niño no pasara mucho tiempo en la escuela.