Consejos para Hablar con Hijos Adolescentes
Establecer conversaciones con adolescentes es todo un desafío. Aquí tienes algunos consejos para abrir canales de diálogo
La adolescencia es una de las etapas más temidas por papás y mamás, en el mundo entero
Tips para hablar con adolescentes
La adolescencia es una de las etapas más temidas por papás y mamás, en el mundo entero. Seguramente tú también recuerdas lo complicado que fue atravesar esa época: los cambios en el cuerpo, en el humor, los estándares sociales que parecen imposibles de cumplir, la sensación de querer cambiar el mundo y no saber siquiera por dónde comenzar.
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Cómo Dialogar con un Hijo Adolescente
Y con el arribo del exceso de tecnología a nuestras vidas, la adolescencia en estos tiempos pareciera ser más sombría que nunca antes. Los hijos e hijas parecen ausentes, desinteresados por todo, enfadados contigo sin razón alguna. Es un proceso natural en el que debes crear nuevos caminos para conectar con tus hijos, que ya no son tus pequeñines sino hombres y mujeres “en entrenamiento”. Aquí hay algunas ideas para hablar con adolescentes.
Abre canales para el diálogo
Los hijos adolescentes están en una confusa etapa de cambios, y es bastante habitual que la comunicación con ellos se vea interrumpida, incluso imposibilitada con sus constantes monosilábicas respuestas y su estado perpetuo de tedio. Pero no dejes que esto te desmotive, en cambio, intenta crear nuevos canales de comunicación.
"Los hijos adolescentes están en una confusa etapa de cambios, y es bastante habitual que la comunicación con ellos se vea interrumpida."
No fuerces la conversación. Si tu hijo o hija está en un mal humor, no le obligues a dialogar. Puedes hacer tú, es decir, contarle lo que has hecho en el día, con buen humor y optimismo, pero sin esperar que participe activamente en la conversación. Vale decir, no le preguntes “¿qué te parece?” ni “¿qué piensas de esto?”. Sólo cuéntale lo que has hecho, lo que tú piensas, y si él o ella quiere hacerlo, participará en la conversación. Aunque claro, también puedes esperar algunos rechazos, vestidos con las túnicas del desinterés.
Si has de preguntarle algo, recuerda que es de vital importancia darle el espacio completo para expresar sus emociones. Evita lo que pueda interpretar como un ataque a su intimidad, reserva estas preguntas para un momento más avanzado en la charla. Por ejemplo, no comiences el diálogo con un “¿estás viendo a alguien?”, sino habla de lo que has hecho, de un programa de la TV o de cualquier otra cosa y, cuando veas que tu hijo o hija está participando, lentamente introduce el tema, para que no lo tome como una invasión a su privacidad.
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Dale atención a tu hijo adolescente
Entiende que hay cosas que tus hijos no comprenden de sí mismos ni de sus cuerpos en esta etapa. No siempre estarán dispuestos a hablar contigo, pero cuando lo hagan: dales toda tu atención. Es difícil para los adolescentes complicados aproximarse a sus padres en busca de consejo, y es necesario que tú entiendas ante todo que eso es precisamente lo que buscan: consejos, no órdenes ni mandatos.
Deja que te cuente qué piensa al respecto del tema de conversación, cómo se siente. No regañes ni enfurezcas, deja que sea honesto y te diga qué es lo que realmente hace con su vida.
Si tu hijo adolescente tiene malas compañías, decirle “no quiero que estés con esos muchachos” sólo hará el efecto contrario. Sólo puedes limitarte a preguntarle qué piensa sobre ellos, y orientar la charla hacia la falta de metas y objetivos. “Esos muchachos no llegarán a ser alguien ‘grande’ en la vida, no tienen el potencial que tienes tú” y frases semejantes le harán saber que lo quieres, que confías en él (o en ella), y que esas compañías no son la mejor plataforma para comenzar su sendero del vivir.
Recuerda que tus hijos siempre serán tus “pequeños”, pero en verdad ya no lo son. Pocas cosas enfurecen más a alguien que está abriéndose paso hacia la vida adulta, como un adulto llamándoles “niños”. Usa tus palabras adecuadamente, no digas cosas como “tú eres pequeño y no lo entiendes” (aunque a menudo es verdad), pues sólo lo alejarías. En cambio, dile cuán contenta estás de que, al fin, puedan tener “charlas de adultos”, dándole este espacio.
"Para hablar con un adolescente, no temas preguntarle qué quiere, y deja que cometa sus propios errores."
Para hablar con un adolescente, no temas preguntarle qué quiere, y deja que cometa sus propios errores. Esta es la mejor manera de aprender. Siempre bajo la tutela de la mirada de mamá, sólo procura intervenir cuando la situación se haga peligrosa. Recuerda que un adolescente complicado con restricciones sólo pasará todo su tiempo buscando una manera de “escapar de la prisión”, mientras que uno que cuenta con la confianza y el incondicional apoyo familiar, logrará salir adelante con mucha más prosperidad.