Cómo armar una rutina de limpieza del hogar

No sólo las características del hogar deben ser consideradas, sino también algunas otras. Las condiciones del vecindario también jugarán un papel protagónico en la rutina de limpieza, puesto que los terrenos baldíos, las obras de construcción y los espacios abiertos suelen ocasionar el depósito de tierra y polvos en mayor cantidad que en una casa en zona residencial. El smog y la polución de las grandes urbes poseen, también, cuidados diferentes que la simple suciedad de ambiente. Sin embargo, podemos crear una rutina de limpieza básica para cualquier residencia, en cualquier ubicación.

"La rutina de limpieza del hogar tiene sus trucos y secretos, que dependerán de las características de la residencia, de su cantidad de ocupantes, y también de tu ritmo de vida."

Limpieza diaria. La limpieza puede o no ser diaria, según las necesidades. Como mínimo, una vez por semana debemos eliminar los depósitos de suciedades. Las tareas que no debemos olvidar son aspirar alfombras y cortinas, lustrar muebles limpios, cambiar sábanas y toallas o repasadores de baños y cocinas, y hacer una limpieza profunda del sanitario, con productos antisarro y sanitizantes.

Limpieza mensual. Una vez por mes, simplemente, podemos lavar cortinas y tapetes, ya sea con la manguera en el patio o en baldes y lavadoras. También podemos limpiar vidrios y pantallas, y aprovecharemos para hacer una limpieza profunda del horno y de los quemadores. Aprovecha para revisar y limpiar los filtros del aire acondicionado y de la aspiradora.

Limpieza trimestral. Una vez por cada estación, podemos hacer un lustre profundo de los muebles, marcos de ventanas y platería. También desempolvaremos arañas y luminarias colgantes. Aprovecharemos el momento del comienzo de cada estación para limpiar los mosquiteros con cepillos de cerdas suaves o medias, en seco.

Limpieza semestral. Dos veces por año, simplemente, podemos descongelar la nevera y el congelador, y hacer una limpieza agresiva en las alacenas de la cocina. Aprovecharemos el comienzo de las estaciones fría y caliente para voltear y aspirar el colchón, y también para llevar a la tintorería el cubrecamas o el cobertor. Recuerda regalar o donar las ropas de estación que ya no uses, liberando espacio en el armario.