El masaje es una práctica que según datos médicos, contribuye a la producción de endorfinas y melatonina. Y es que, recibir un masaje puede disminuir el estrés e incluso puede aliviar lesiones traumáticas. Claro, con relación a esta última, es necesario pedir la asesoría de un profesional de la salud, ya que ciertas lesiones no pueden recibir masajes.
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De cualquier forma, un masaje puede relajar todo el cuerpo. Ahora bien, siempre debe ser impartido por un profesional, es decir, por una persona con conocimientos y preparación en esta práctica. De lo contrario, lejos de relajar, un mal masaje puede causar dolor e incluso lesiones.
Aprende a dar masajes
El primer paso para dar un buen masaje relajante es tan sencillo como aprender hacerlo. En la era digital en la que vivimos, puedes conseguir todo tipo de cursos online, y la fisioterapia es una habilidad que se puede aprender a distancia.
Hay plataformas en línea en las que puedes aprender fisioterapia online. En ella se ofrecen distintos tipos de cursos e incluso puedes conseguir el título de Máster Oficial Universitario en Fisioterapia. Tienes a tu alcance varias especialidades, por ejemplo cursos de masaje deportivo, entre otras ramas.
Consejos para hacer un masaje relajante
Si ya has adquirido las habilidades profesionales para dar un masaje relajante, entonces debes saber que no basta con saber “dónde tocar” para relajar el cuerpo. Es necesario prestar atención a varios factores. A continuación, compartimos algunos consejos útiles:
Habitación relajante
Debes cuidar todos los aspectos de la habitación. En general, se espera que la habitación tenga una decoración minimalista.
Por otro lado, coloca una luz tenue. Al mismo tiempo, asegúrate que la temperatura sea agradable, ni muy fría, ni muy caliente.
Silencio
La idea de un masaje es que la persona pueda incluso dormirse. Por eso, debes cuidar que no se filtre el ruido exterior.
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Cómo prepararnos para un masaje
Algunos masajistas colocan una música instrumental de fondo (Chill out) como parte de la “terapia”. Esto puede ser útil, pero si ves que tu paciente se siente incómodo, es mejor que haya completo silencio.
Cuida tus manos
Es evidente que al dar un masaje debes tener contacto directo con tu paciente. En este sentido, debes tener tus manos impecables, libres de cualquier callosidad.
Otro aspecto que debes considerar es que las manos deben estar a una buena temperatura; esto es especialmente necesario en épocas de invierno.
Usa los mejores aceites
Los aceites son un aspecto de gran relevancia al dar masajes. Los mejores aceites son los que poseen aromas suaves y relajantes. El aceite de almendras es uno de los más usados. Sin embargo, para dar relajación mental pueden servir el aceite de manzanilla, rosa, lavanda y jazmín.
Ahora bien, si estás dando un masaje para calmar el dolor articular, entonces los mejores son el aceite de jengibre, menta y romero.
En conclusión, los masajes son un excelente medio para disminuir la presión mental, el estrés, el agotamiento físico e incluso para disminuir el dolor muscular. Desde luego, es necesario estudiar las técnicas profesionales para poder lograr un masaje verdaderamente relajante. En la actualidad, no necesitas acudir presencialmente a instituciones fisioterapeutas, ahora puedes aprender fisioterapia desde casa.
