Cómo reparar las bisagras rotas o flojas
De tanto abrir y cerrar las puertas, es posible que las bisagras o la estructura comiencen a deteriorarse, provocando roturas, ruidos molestos o que la puerta se desacomode. Veamos cómo reparar bisagras flojas y otros inconvenientes.
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Las alacenas de la cocina suelen ser ampliamente utilizadas, numerosas veces por día. Entre el apuro en la ejecución de las tareas, y el excesivo uso que damos a estas puertas, las bisagras suelen aflojarse y deteriorarse, produciendo ruidos molestos y falta de buen cierre en las alacenas, sobre y bajo mesada.
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Ante una puerta de alacena o de gabinete que rechina, lo primero que debemos hacer es aplicar lubricante en aerosol, dirigiéndolo hacia el interior (utilizando para ello el tubo especialmente adjunto al envase de venta), en la zona móvil de la bisagra. Es conveniente sujetar o colocar un papel de cocina absorbente por debajo, para evitar manchas por el goteo de este lubricante. Luego, dejamos actuar, y abrimos y cerramos varias veces la puerta, corroborando que el ruido haya desaparecido.
Puedes reemplazar este lubricante en aerosol por grasa lubricante para metales. No te recomendamos usar aceites de cocina u otros tipos de grasa, pues podrían empastarse y, en poco tiempo, empeorar el problema, endureciendo el accionar de la bisagra.
Si en cambio, las bisagras están flojas y sueltas de la estructura de la puerta, bastará con volver a darles buena ubicación. Para ello, simplemente ajustamos los tornillos de fijación con un destornillador adecuado. Si la bisagra se encuentra en buenas condiciones, al igual que la puerta de la alacena o del gabinete, esto será suficiente para darle reparación al inconveniente.
Pero otras veces, más a menudo de lo que quisiéramos, sucede que las puertas han perdido su buen estado. En especial las puertas de aglomerado enchapado, tan habitual en el mobiliario de cocina, se deterioran por el desgaste del uso, las humedades y el paso del tiempo. Esto impide que podamos fijar la bisagra mediante sus tornillos de sujeción.
Pero también, para esta eventualidad tenemos una buena solución para recomendarte.
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Cómo arreglar las bisagras flojas o ruidosas
Comienza por retirar la puerta del gabinete, si fuera posible. Esto facilitará el trabajo, al ser realizado sobre una superficie más cómoda. Si no pudieses desprender la puerta de su marco, puedes trabajar ayudándote de topes de madera o de elementos que le den apoyo, para evitar que se produzca una fuerza que tensione el sitio en el que estaremos trabajando. Limpia bien el sitio de la bisagra. Si puedes, retira la bisagra por completo, y cepilla suavemente la madera aglomerada, para liberar el polvillo y las astillas que se desprendan.
Para reparar las bisagras cuya madera está deteriorada, nada más práctico que la masilla de dos componentes. Esta masilla, muy utilizada en tareas de plomería, gas y otras, procura una superficie fácil de trabajar, y de alta duración. Amasa la masilla, mezclando los componentes con las manos, asegurándote de lograr un color bien parejo.
Sin demorarte (para que no se seque), aplica la masilla sobre la zona dañada de la puerta. Si no hubieses podido desprender del todo la bisagra, asegúrala en su sitio con una mano, y aplica la masilla con la otra. Si retiraste la bisagra, pon masilla sobre la zona afectada del aglomerado, retirando los excedentes. Recuerda que puedes emprolijar utilizando los dedos con crema para manos. De todos modos, podrás lijar cuando la masilla ya esté bien seca. Para finalizar con un acabado más prolijo, pinta la masilla del color del enchapado o de la puerta.
Finalmente, vuelve a atornillar o colocar la bisagra, habiendo dejado secar la masilla por no menos de 6 a 8 horas. Y listo, tu puerta ya estará como nueva, lista para ser usada a diario, cuantas veces lo necesites.