Cómo organizar el hogar

Limpia el placard y libera cajones para la ropa interior. Guarda frazadas y abrigos en bolsas de vacío o en cajas, para un mayor orden. Luego, conserva las prendas en su lugar y repite el procedimiento con los otros muebles de la habitación. Vuelve a colocar las cortinas, sábanas, alfombras, etc., y lleva a una gran bolsa de basura lo de despojo, y a una gran caja lo que va a donación, previo lavado y planchado.

Finalizadas las habitaciones, prosigue por el cuarto de baño, el de lavado y las sala de estudio o talleres. Siempre sigue el procedimiento: retira lo lavable, vacía los muebles y zonas de guarda, selecciona a conciencia, y vuelve a montar. Repite esto en el living, el comedor y hasta en la cochera.

"Lo primero que debes hacer es destinar un fin de semana a la parte de mayor esfuerzo: ordenar y limpiar."

La parte más difícil está lista, y habrás quitado de tu vida todo aquello que no usas y que, en definitiva, estorba.

Organización de cada detalle

Para organizar es imprescindible tener orden, y para ello, nada mejor que la vieja frase de "cada cosa en su lugar".
Para lograrlo puedes valerte de numerosos elementos, como cajas plásticas de cierre hermético, cajas de cartón, cajones de madera, carpetas con folio para tus papeles y demás. Con simples papeles autoadhesivos y rotuladores, crea las etiquetas que indiquen precisamente qué hay allí dentro, para poder ubicar, tomar, quitar y colocar más fácilmente. Luego, respeta las técnicas de guardado.

Por ejemplo, si tienes una caja para que las frazadas sean guardadas durante el verano, úsalas. Quítalas de la cama, lávalas, plánchalas si es necesario, y guarda dentro de las cajas. No lo dejes para después: la procrastinación es el enemigo de la organización.

Ordenar los papeles

Los papeles suelen perder el orden fácilmente. Para evitarlo, usa carpetas foliadas. Estos son libros de folios plásticos, en los que puedes colocar etiquetas que indiquen de qué se trata el contenido, pudiendo albergar en muchos casos hasta 100 hojas por folio. Pon allí las facturas pagadas, distinguidas por servicio o ítem, y en otra carpeta o en el folio frontal las facturas por pagar.

En el ordenador, haz un calendario donde puedas anotar todos los vencimientos; ni bien recibas la factura, anota la fecha y guárdala en el folio correspondiente. Así evitarás pagar con recargos o sufrir cortes de servicios por extraviar los papeles, o por olvidar pagarlos.