Los protocolos son fundamentales dentro de cualquier área, pero mucho más en la atención sanitaria, porque de ello depende garantizar la seguridad a todos los pacientes. De ahí que, cuando el personal médico o sanitario toma medidas que están fuera de ese protocolo, y las mismas repercuten negativamente en la salud del que está recibiendo la atención, tanto de forma inmediata como a largo plazo, se considera que ha ocurrido una negligencia médica, lo que implica que los responsables deben responder ante dicha situación.
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Lamentablemente, dentro de la amplia variedad de negligencias médicas posibles, las relacionadas con el proceso de parto se posicionan entre las primeras. De ahí la importancia de contar con la asesoría de un abogado especializado en el área, porque de ello depende obtener un resultado acorde con la situación vivida, tanto por la madre como por el bebé y mucho más cuando esas decisiones erróneas afectan de forma permanente a cualquiera de los involucrados.
Principales tipos de negligencias médicas durante el parto
Durante el parto hay muchas situaciones que pueden desencadenar una emergencia, las cuales pueden complicarse rápidamente si el personal sanitario no toma las medidas adecuadas y dentro de los tiempos que correspondan.
Lamentablemente, las negligencias médicas durante el parto son más comunes, especialmente si son comparadas con otras áreas de atención médica. De ahí la importancia de denunciar, no solo para obtener una indemnización acorde con la situación, sino también para sentar precedentes que puedan servir para mejorar los protocolos y los sistemas de atención en general. En ese proceso, por supuesto, es esencial contar con los mejores profesionales del área, como es el caso de rafaelmartinbueno.es, abogados negligencias médicas, quienes están especializados en esta área específica.
A continuación compartimos algunas de las situaciones más comunes que pueden desencadenar en una negligencia médica durante el parto:
- Sufrimiento fetal
Una de las negligencias médicas más comunes durante el parto es el sufrimiento fetal. Este tipo de problema se genera, principalmente, por un déficit de oxígeno, lo que puede causar daños irreversibles en el bebé, llegando incluso a ocasionar la muerte. De ahí la importancia de que el médico haga revisiones según lo estipulado en los protocolos para monitorizar el sufrimiento fetal y tomar las decisiones más pertinentes en todo momento.
- Parálisis cerebral infantil
La parálisis cerebral infantil puede generarse por varias situaciones, además de la falta de oxígeno por un tiempo prolongado durante el proceso de parto. Este tipo de problema de gran gravedad, también puede producirse como producto de una lesión que el bebé haya sufrido en la cabeza o por infecciones como la meningitis.
- Distocia de hombros
Esta es, sin duda alguna, una de las negligencias médicas más comunes, la cual puede llegar a ocasionar lesiones de considerable envergadura, porque puede llegar a lastimar, seriamente, la vagina de la madre. La misma se origina porque los hombros del bebé se encajan en el canal de parto, lo que requiere una extracción de urgencia mediante una cesárea. Si esa cesárea de emergencia no se ejecuta rápidamente, además de las lesiones que puede sufrir la madre, el bebé también puede sufrir lo que se conoce como hipoxia cerebral, lo que sin duda alguna, le puede generar problemas sumamente graves en el futuro.
- Lesiones de la madre
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Las lesiones causadas por una negligencia médica no solo afectan al bebé, sino también a la madre. En este caso, hay una gran cantidad de lesiones que puede sufrir, entre las cuales destacan las lesiones en el esfínter, los desgarros vaginales y hemorragias obstétricas. Esta última puede llegar a ser tan grave, que incluso puede generar el fallecimiento de la madre. Las hemorragias obstétricas pueden desarrollarse como consecuencia de un problema en la coagulación, por los traumatismos sufridos en el canal de parto y por roturas uterinas que, a su vez, pueden generarse por una cesárea previa.
Adicionalmente, también se considera una negligencia médica cuando el médico y demás personal sanitario prolonga una situación que, claramente, pone en peligro la vida del bebé y/o de la madre. De ahí que en los casos en los que es recomendable hacer una cesárea, la misma debe hacerse con la mayor brevedad posible, para reducir los riesgos inherentes a todo el proceso del parto.
Pasos para iniciar un proceso de reclamación médica
Cuando se sospecha que el bebé y la madre han sido víctimas de una negligencia médica, independientemente de la gravedad de las lesiones, incluso cuando las mismas se logren revertir por completo, el primer paso que se debe seguir es contactar con un abogado especialista en negligencias médicas, y más específicamente, en negligencias médicas durante el proceso del parto.
El abogado, con su experiencia y trabajando de la mano con peritos médicos certificados, será el que determinará si efectivamente se está ante un caso de negligencia médica, o si por el contrario, se respetó todo el procedimiento y el protocolo a seguir. En caso de una negligencia médica, es fundamental proporcionar toda la información y las evidencias que puedan servir para demostrar dicha negligencia.
Los documentos a presentar, por supuesto, son el historial médico de la madre, así como también todas las pruebas de laboratorio, los gráficos de monitorización fetal, el pH fetal y el partograma, entre otros. Con respecto al partograma, el mismo hace referencia a una gráfica en la que se reúnen todos los parámetros más destacados y relevantes del parto.
Entre la gran cantidad de datos que ofrece un partograma, destacan la frecuencia, la intensidad y la duración de las frecuencias uterinas, así como también la frecuencia cardíaca fetal y la dilatación cervical, entre muchos otros datos de interés. Es fundamental contar con toda esa información para determinar si hubo negligencia, y en base a ello, construir un caso sólido para iniciar el proceso de reclamación.
Afortunadamente, cada día hay menos casos de negligencias médicas, sin embargo, en caso de ser víctima de uno o al menos sospecharlo, es fundamental buscar asesoría profesional para iniciar un proceso de reclamación, cuya indemnización puede variar considerablemente en función de cada caso particular, así como en función de la gravedad de las lesiones. En ese proceso, contar con el mejor abogado especialista es la mejor garantía que podemos tener de recibir justicia.