Cómo hacer un Escritorio con una Vieja Cuna
El niño ya creció, y ya no necesita una cuna, sino un escritorio para estudiar, dibujar y jugar. Aprendamos a modificar una vieja cuna para convertirla en un práctico escritorio.
Con esta idea convertiremos una vieja cuna en un práctico escritorio infantil
De la Cuna al Escritorio
Las cunas actuales multifuncionales son en verdad una solución para las jóvenes familias. Son un sitio del descanso, de diversión, de seguridad, un sitio de cambio, un organizador, y en verdad rinden homenaje a su nombre: cumplen múltiples funciones. Sin embargo, carecen del encanto de las cunas tradicionales de madera, amplias favoritas por su delicadeza y practicidad. Además, son muy duraderas. Ello permite que, una vez crecido nuestro bebé, modifiquemos un poco su estructura y las convirtamos en pequeñas camas individuales.
También te puede interesar...
Cómo elegir una cuna
En verdad las aprovechamos por varios años, sin embargo, cuando los niños han superado la edad de la primera infancia, su reducido tamaño hace que esta pequeña y decorativa cama ya no cumpla con su propósito. Es allí cuando damos unos toques más, y convertimos la cuna tradicional en un práctico escritorio infantil, para acompañar a nuestro pequeño en sus inicios en la edad escolar.
Cómo transformar la cuna en un escritorio
Para hacer un escritorio con una cuna vieja, comenzamos por liberar la cama (que es la cuna sin sus barras laterales). Quitamos el colchón, las almohadas, y también retiramos los barrales. Luego, limpiamos a la perfección el elemento y damos una prolija lijada de todas sus partes. Después, volveremos a montarla, con algunos cambios, por lo que podemos aprovechar con antelación y pintar las partes inferior y laterales por separado, practicando las perforaciones necesarias para el montaje posterior.
"Para hacer este escritorio escolar, aprovecharemos los laterales de la cuna, elevando la base del elástico de la cama."
Imagen: 1
Para hacer este escritorio escolar con una cuna, aprovecharemos los laterales de la misma elevando la base del elástico de la cama (donde se apoya el colchón) hasta una altura que sea confortable para el niño. Puedes practicar perforaciones en los costados a diversas alturas, para ir elevando la tapa conforme tu hijo vaya creciendo.
Para preparar la tapa, corta y coloca una madera a la medida por sobre el elástico. La tapa debe quedar plana y al nivel, es decir, no deben quedar escalones que superen su altura. Una vez cortada la madera, dale una mano de base blanca, y luego designa un marco de contorno, que pintarás del mismo color que el resto de la pieza. El centro, en cambio, será pintado con pintura especial para pizarras. Esto permitirá que tu hijo escriba y dibuje sobre la tapa. Incluso, podrías colocar bisagras al frente de la tapa y dos pies plegables en su contraparte, para poder elevar la tapa a modo de pizarra convencional.
Luego, monta la estructura colocando la tapa a la altura adecuada, los laterales, y también el barral posterior, ya con todas las piezas pintadas y bien preparadas. Coloca algunas piezas de velcro o ganchos de colgar, para colocar bolsas y contenedores hechos a la medida, en donde tu hijo podrá dar guarda a sus lápices, pinceles, témperas, y a todos los elementos que utilice. Conforme vaya creciendo puedes cambiar los contenedores, decorándolos o creándolos a su gusto.
También te puede interesar...
Cómo pasar al niño de la cuna a la cama
"Una buena idea es que, con cada elevación en altura de la tapa, modifiques el aspecto del escritorio."
Una buena idea para hacer este escritorio con la cuna es que, con cada elevación en altura de la tapa, modifiques el aspecto del escritorio. Para ello puedes pintarlo nuevamente, o simplemente cambiar sus elementos de guarda, colocando pizarras magnéticas o de rotulador (fibra), luces de escritorio, cajones inferiores de guarda y demás.
Sólo falta colocar una silla del tamaño adecuado para tu hijo, y ya tienes un escritorio hecho con una cuna a la medida.