Tips para Organizar la Casa

Primer paso, hacer espacio

Este es el paso más difícil para la mayoría de las personas: se trata de quitarnos de encima lo que ya no tenga lugar en nuestra casa, ni en nuestra vida.

Hay cosas que ya estamos cansados de ver. Hay otras que guardamos sólo por compromiso; folletos de restaurantes, viejas guías telefónicas, recuerdos de ocasiones que no recordamos, bolígrafos sin tinta, piezas rotas de un juego de mesas y juguete con los que nuestros hijos no han jugado por años. No te avergüences: sucede en todos nuestros hogares. Pero tiene una fácil solución: pon todo en una gran caja… Verás que en minutos puede que ya estés necesitando una nueva .

Puedes regalar, donar, vender o botar cada cosa, según sea o no útil y esté o no en buenas condiciones. Para ello, trabaja de a una habitación por vez, vaciando absolutamente cada cajón, estante o lo que sea, y analiza pieza por pieza, elemento por elemento, colocando en un contenedor grande lo que ya no evoque en ti una sensación cálida, agradable ni reconfortante.

"El paso más difícil es tratar de quitarnos de encima lo que ya no tenga lugar en nuestra casa. Bota, regala o vende lo que ya no evoque en ti una sensación cálida, agradable ni reconfortante."

Cuando termines de realizar esta tarea, lleva la caja a un sitio en que no perturbe y sigue adelante con tu tarea de ordenar la casa. Una vez que lo termines, ábrelas y clasifica su contenido: lava los bienes que estén en condiciones, y clasifícalos en sus respectivas cajas de regalo, donación y/o venta, y bota lo que ya no tenga uso, como las piezas sobrantes de los juegos, los utensilios rotos, las lapiceras sin tinta, y todo lo demás. Pero eso déjalo para la semana que viene, al menos, lo que también te dará tiempo para confirmar que no necesitas nada de eso… y hará la “despedida” mucho más fácil.

Pasos para organizar la casa

Una vez que ya hayas liberado muchos de los objetos de cada habitación, aprovecha los muebles vacíos para su limpieza en profundidad. A continuación, vuelve a guardar los elementos en su sitio, agregando esta vez cajas divisorias u otros organizadores si lo consideras adecuado, y clasificando cada objeto según su uso, para elegir una nueva ubicación. Es decir: no necesitas volver todo exactamente donde estaba: aprovecha para crear un nuevo sistema de organización.

Clasificar las cosas según su necesidad te permitirá dejar a mano lo que usas más a menudo, y guardar bien lo demás. Por ejemplo: usualmente tenemos un perchero o un armario cerca del ingreso a casa, que explota de abrigos incluso en el verano. Ya que conservarás todos ellos, luego de clasificarlos lávalos, déjalos secar bien, y guárdalos en bolsas de vacío o en cajas bien cerradas, en baulera, el ático o el fondo de tu closet. Así no ocuparán espacio, y estarán impecables para la próxima temporada de frío.

Al tener más espacio en todo el hogar podrás crear mejores sistemas que te ayuden a mantener la casa en orden. Por ejemplo: si tienes un juego de vajilla que usas sólo en ocasiones especiales, puedes ponerlo en una caja resistente y llevarlo al sótano; los abrigos pueden ir al ático junto con la ropa de abrigo de cama y las mantas del sofá, además de esas estufas portátiles o lo que sea, o bien los ventiladores y los elementos de piscina durante el invierno; esa pesada máquina de escribir que guardas sólo por si acaso o porque es una reliquia familiar encontrará su lugar en el estante superior de tu biblioteca y no en el centro, así podrás lucirla sin que perturbe tus actividades diarias.