¿Qué es la Jardinería Lasaña?

La jardinería lasaña es una técnica de preparación de suelos para cultivos creada en capas de materiales y abono ordenadas estratégicamente, que facilitan los procesos de nutrición, drenaje, mantenimiento de temperaturas y expansión de las raíces de casi cualquier planta, flor, hierba o cultivo.

Además de “alimentar” a las especies de una manera continua y eficaz, el método cumple el genial cometido de mantener lejos a las malas hierbas, restringiendo su potencial desarrollo, lo que permite realizar cultivos o jardinería usando el mínimo posible de químicos pesticidas. Esto también hace que debas pasar menos tiempo en el jardín, reduciendo tus costos generales, y ayudando a lucirlo más próspero y limpio durante todo el año.

Cómo hacer jardinería lasaña en casa

Ya sea en un tiesto, en un cantero espacioso, en una caja de siembra o en el suelo de todo tu jardín, sólo debes seguir el orden en el que se agregan las capas de la “lasaña” para que todos los cultivos prosperen.

"La jardinería lasaña es una técnica de preparación de suelos para cultivos creada en capas de materiales y abono ordenadas estratégicamente."

El primer paso, en todos los diseños, es excavar la tierra rebajándola a un nivel aceptable para añadir las capas. La profundidad dependerá del cultivo a realizar:

• En pequeñas macetas, las capas pueden ser de 2 a 3 centímetros
• En canteros grandes o cajas elevadas, de unos 7 a 10 centímetros
• En suelos y terrenos amplios, alrededor de 15 a 20 centímetros

Al excavar, remueve la tierra para airearla, eliminar raíces indeseadas, y retírala en carretillas hacia otras zonas, o para usar más adelante.

3 diseños para hacer jardinería lasaña

Hay distintos diseños que se pueden seguir para aplicar esta técnica. Aquí te contamos 3 de los más comunes.

Diseño de jardinería lasaña convencional

1. Sobre el suelo existente, plano y parejo, pon una capa de composta, abono orgánico, guano u otro abono natural que prefieras. Puedes analizar el pH de tu suelo con esta técnica, así como los requisitos de las especies que vayas a cultivar allí, para elegir el abono más adecuado.

2. Luego, coloca una capa de material orgánico para que frene el desarrollo de las malas hierbas, como papel periódico, carbón, alfombras o hebras de fibras naturales u otros. Cuando ya hayas cubierto toda la zona, moja el material.

3. La siguiente capa será compuesta por una parte del abono elegido y una parte de materia orgánica, que puede ser de hojas secas, algas, la recolección del césped cortado, etc. Sólo verifica que no lleven raíces ni semillas.

4. A continuación, agrega mantillo: agujas de pino, astillas de madera o el que suelas usar en tu jardín. Asegúrate de tener suficiente, pues debe ser una capa generosa que, además, irás reabasteciendo con el paso del tiempo.

Diseño complejo

Si quieres hacer un diseño más complejo para asegurar suelos nutridos y las condiciones ideales para tus cultivos, sigue este esquema:

1. Sobre el suelo existente plano y limpio, pon una capa delgada de papel periódico o cartones mojados, cubriendo toda la superficie.

2. Agrega una capa delgada de turba (mejor si es musgo de turba).

3. Añade una capa de materia orgánica, como composta o abono animal.

4. Pon otra capa de turba.

5. Añade una capa de abono de setas u otro similar (depende del cultivo).

6. Nuevamente, pon una capa de turba.

7. Coloca una capa generosa de hojas secas, recolección del césped cortado, agujas de pino, palos, ramas secas y otros.

8. Pon una capa delgada de musgo de turba.

9. Encima, agrega una capa de cenizas de madera.

10. Ya puedes colocar tierra y tus semillas o cultivos.

Jardinería lasaña con residuos

¿Prefieres reutilizar lo que tienes en casa? Este es otro esquema para hacer jardinería lasaña utilizando tus residuos domiciliarios:

1. Sobre el suelo existente, plano y húmedo, pon una capa de papel periódico o cartón mojado.

2. Agrega una capa de hojas, frescas y secas, palos, ramas, agujas de pino y otros similares (sin semillas ni raíces, en todos los casos).

3. Añade los desechos orgánicos de tu cocina, como cáscaras, hojas, restos de frutas y vegetales, etc. Nuevamente: verifica que no estés agregando semillas.