Cómo hacer Jabón de Cerveza

Unas palabras de precaución

La fabricación de jabones puede ser un proceso gratificante y placentero. Sin embargo, debes realizarlo con precaución, y tomando las medidas de seguridad necesarias.

Siempre usa gafas y barbijo para evitar la irritación de ojos y mucosas por los vapores producidos, y realiza tus recetas en zonas ventiladas, lejos de niños, mascotas o personas sensibles. Consulta con un especialista si vas a agregar ingredientes no mencionados en esta lista, y con tu médico si presentas irritación, sensibilidad o reacciones de cualquier tipo durante la elaboración o uso de los jabones caseros.

"Recuerda consultar con tu médico si presentas irritación, sensibilidad o reacciones de cualquier tipo durante la elaboración o uso de este jabón de cerveza casero."

Lista de ingredientes

Para obtener una pastilla de jabón de cerveza casero necesitas estos ingredientes (multiplica para producir cantidades más grandes):

• 255 gramos de grasa de pella (reemplaza por aceite de palma si eres vegano)
• 130 gramos de aceite de coco sin fundir
• 170 gramos de aceite de semillas de uva
• 300 gramos de aceite de oliva extra virgen
• 255 cm3 de cerveza rubia, roja, negra o la que quieras
• 115 gramos de lejía (hidróxido de sodio)

Preparación del jabón de cerveza

Comienza por poner a punto la cerveza para la elaboración de jabones caseros. Deja la bebida en una bandeja todo el día, sin cubrir, sobre la encimera. Así perderá el gas (carbonatado), lo que es fundamental para la elaboración de jabones caseros.

Luego, pon la bebida en una ollita pequeña, y calienta suavemente para cocinar en un hervor muy bajo por unos 15 minutos, para que pierda su contenido de alcohol. Después, deja enfriar y, ya que puedas, ponla en una bandeja para cubos de hielo y congela durante toda la noche.

Al día siguiente, ponte gafas y barbijo de seguridad, mantén alejados a los niños, personas sensibles y mascotas, y dedícate al primer paso, que es el que puede presentar dificultades si no se lo ejecuta correctamente.

Pon un contenedor alto y resistente al calor dentro del lavabo de la cocina, para prevenir cualquier derrame. Coloca dentro los cubos congelados de cerveza y, muy lentamente, ve agregando la lejía de a media cucharadita por vez. Integra con una espátula o con una procesadora de mano, con mucho cuidado, y no agregues la siguiente cantidad hasta tanto la lejía no se haya disuelto: apresurar este paso puede resultar en un efecto de volcán, y arruinar toda la preparación. Deja que se produzca la reacción que hará calor y algo de burbujeo, y permite que se detenga por cuenta propia, hasta que la preparación vuelva a tomar temperatura de ambiente.