Ventajas de Vivir Solo

Esto puede ser una elección, pues te acabas de mudar a otra ciudad para estudiar o por un trabajo nuevo y no conoces a nadie allí. O tal vez vives solo porque estás saliendo de un divorcio o de una separación, o tus hijos han crecido y se han ido a comenzar con sus vidas, y tú has quedado en casa, sin más compañía que tu propia persona.

Sea por el motivo que fuera, y ya sea por elección o por circunstancias, vivir solo tiene muchos beneficios para darte, y aprender a apreciarlos tanto como puedas es lo que hará tu vida “normal”, de un nivel de bienestar y de satisfacción que nunca antes habías experimentado.

Lo que ganas al vivir en soledad

Cuando no tienes compañero de casa quedas casi forzado a enfrentarte a tus propios pensamientos y emociones. Seguro que es grato dialogar con alguien al final del día, pero cuando no hay nadie allí, quedas a merced de uno de dos caminos: conocerte y compartir contigo mismo, o abandonarte al temor de la soledad y vivir conectado a las redes sociales, a la TV y a la radio como fuente de compañía.

"Vivir solo se transforma en un constante descubrimiento personal, en la reafirmación de tus gustos y preferencias, y a un grado de libertad que te permite disfrutar más de la compañía cuando se produzca."

Pero incluso en esos casos, pronto el zumbido permanente de los artefactos pierde su fuerza. Además, incluso quienes temen vivir solos y lo hacen no por elección, sino por razones circunstanciales, de pronto notan que son los únicos responsables de las elecciones de cada situación de vida. Así, se transforma en un constante descubrimiento personal, en la reafirmación de tus gustos y preferencias, en una puerta abierta a un grado de libertad que, también, te permite disfrutar más de la compañía cuando esta exista.

6 ventajas de vivir solo

Hay mucho por ganar al experimentar este modo de vida por corto, mediano o largo tiempo, a tu elección:

1. Pones tus propias reglas. A menudo en el mundo estamos sometidos a reglas ajenas. Debemos vestir de tal o cual modo en la oficina, escuchar tal o cual música en los bares, ver tal o cual programa de TV cuando convivimos con otras personas. En cambio, si estás solo haces lo que quieres, cuando quieres, y a tu propio ritmo. ¡Eres el rey de tu castillo!

2. Te relacionas mejor con los demás. Conocernos a nosotros mismos eleva nuestra autoestima, nos hace respetarnos y tomar mejores decisiones para nosotros, y eso inevitablemente termina traduciéndose en elecciones en lo social: te alejas de quienes no te hacen bien, y te rodeas de personas a las que aprecias, que te divierten y a quienes quieres. También, al compartir poco tiempo con otros (incluyendo tus familiares y hasta tu pareja), aprecias más el tiempo compartido.

3. Desarrollas el ingenio. No tienes a quién recurrir en ciertos momentos, y esto significa que, si tienes muy poco tiempo libre por día para asear la casa, desarrollas mecánicas personalizadas para hacerlo en menos tiempo, así como también aprender a solucionar circunstancias y optimizar tus tiempos. ¡Esto incluso te ayuda a ahorrar dinero!

4. Administras mejor. Nuevamente: al no tener a quien delegar ciertas responsabilidades, aprendes a administrar mejor tanto el dinero como también el tiempo y los recursos. Puedes crear planes, tomar decisiones y llevar un mejor control de cada aspecto de tu vida (sin mencionar que puedes darte más gustos sin culpas, pues tú sabes cómo van tus finanzas y cuáles son tus posibilidades).

5. Te haces más responsable. Especialmente si antes vivías en casa de tus padres o con una persona encargada de las responsabilidades, al estar solo te enfrentas a fechas límite, pagos por hacer, cosas por cumplir, y pronto encuentras maneras de hacerlo en los tiempos indicados. Sin notarlo, de pronto te has convertido en una persona responsable de su propia vida.