Consejos para Encontrar la Inspiración

Puedes reactivar tu mente, tener un pensamiento más creativo y dejar volar tu imaginación al encontrar la inspiración en lo cotidiano. Por más de que te sientas cómodo en tu “zona de confort” haciendo siempre las mismas cosas, es preciso que cambies algunos aspectos de tu día a día.

Una de las maneras de hallar tu genio interior es trabajar al aire libre. Siempre y cuando el clima y tus actividades te lo permitan... sal al parque, al patio, al balcón o simplemente abre la ventana de par en par. El hecho de estar encerrado muchas horas (en algunos lugares ni siquiera se ve la luz del sol) nos afecta en nuestra creatividad y productividad. Quizás sea por ello que cada vez son más las empresas que deciden instalar o construir espacios abiertos para sus empleados. Si eso no ocurre en la compañía para la que trabajas, no desesperes, lo puedes proponer en la siguiente reunión o bien aprovechar la hora del almuerzo para ir al parque.

"Las iniciativas a largo plazo son excelentes para hallar la inspiración. Empieza con algo que nunca hayas hecho antes. En lo posible, que no tenga nada que ver con tu trabajo diario."

Si precisas la innovación para generar ideas, resolver problemas, tomar decisiones o sobresalir entre los demás, puedes lograr que tu imaginación vuele como los aviones ¡de manera muy ingeniosa!

Tips para encontrar la inspiración en lo cotidiano

Siempre es necesario determinar el momento ideal y la hora indicada para que las ideas fluyan sin problemas. A veces, eso puede ser algo complicado, pero todo depende de la práctica que tengamos. Presta atención a los siguientes tips para encontrar la inspiración:

Habla: Aunque parezca que te has vuelto loco, no importa. Habla solo mientras te bañas, te rasuras, te vistes, te peinas, te maquillas, vas de camino al trabajo, haces las tareas del hogar... en cualquier sitio y cuando te sientas “iluminado”. Hablar en voz alta nos ayuda a plasmar las ideas y hacerlas realidad, así como también darles forma o terminar de cerrarlas. Junto a este hábito sería bueno que tengas un cuaderno para anotar esa lluvia de ideas que ha pasado de tu mente a tu boca. Aprovecha también las conversaciones con amigos, familiares o colegas. ¡No te das una idea de lo inspiradoras que pueden ser las charlas en un café, un restaurante, el patio de tu casa o el balcón de tu primo.

Come (y bebe): Puede que no sea uno de los tips que te recomienden en un blog de vida sana, pero seguro aprovecharás ciertos alimentos para sentirte más motivado. Algunas de las opciones son el vino, el café o el chocolate. Si deseas una alternativa un poco más saludable, puede ser un zumo de naranjas, un tazón de avena o un puñado de almendras. ¡Hay para todos los gustos!

Desconéctate: ¿Sabías que el cerebro nunca descansa? Sobre todo en la actualidad donde nos encontramos sumergidos en una gran cantidad de estímulos visuales, auditivos, olfativos... Si estás buscando una inspiración genuina, no estés tan “pegado” a los dispositivos electrónicos. ¿Qué tal apagar el móvil por unas horas, no chequear el correo, dejar los videojuegos o no encender el televisor? De esta manera, evitarás las distracciones y tu mente podrá estar menos atrapada por cosas que lo desvían de lo esencial.

Pasea: Ir a caminar y despejarte un poco es una excelente manera de encontrar la inspiración. Mirar los árboles y las flores, respirar un poco de aire puro, oír el canto de los pájaros y por qué no, hacer ejercicio, es muy bueno para mejorar las conexiones cerebrales. Si estás muy estresado, o por más de que intentes nada destacado surge de tu cabeza, sal a andar unos minutos. Cuando regreses a la oficina te sentirás renovado y con las baterías recargadas.

Proyecta: Las iniciativas a largo plazo son excelentes para hallar la inspiración. Empieza con algo que nunca hayas hecho antes. En lo posible, que no tenga nada que ver con tu trabajo diario. Debe ser una actividad que te encante y que podrías hacer todos los días sin cansarte. En tu tiempo libre puedes pensar de qué manera mejorar tu hogar, planificar las vacaciones en lugar de comprar un paquete, hacer trabajo voluntario, reciclar.... hay miles de opciones. Proyecta también cómo te gustaría que fuera tu futuro. ¡Eso le encantará a tu cerebro!