Cómo cuidar el Calzado para Prolongar su Vida útil
Con el uso diario vamos deteriorando nuestro calzado, y si no le damos un correcto cuidado durarán menos de lo esperado. Veamos como realizarles un mantenimiento diario para prolongar su vida útil.
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Consejos para cuidar el calzado, la elección y mantenimiento para prolongar su vida útil.
Cuidar el calzado
Encontrar un par de zapatos, o cualquier tipo de calzado, que nos resulte cómodo, usable, adecuado y combinable es un evento para celebrar. Por eso, debemos aprender algunos trucos para revitalizarlos, devolverle la vida hasta al calzado más agobiado, y prolongar así su vida útil.
Consejos para cuidado de todo tipo de calzado
- Uso adecuado:
La constancia en el cuidado del calzado es esencial.
Debemos respetar el uso de cada par, es decir, si elegimos un calzado adecuado para el trabajo, al llegar a casa debemos cambiarnos hacia zapatillas, pantuflas o quedarnos descalzos, y dar una limpieza y buen guardado a los zapatos del trabajo.
De este modo, evitaremos usarlos en todo momento, y prolongaremos su vida útil. - Ventilado:
Cada día, al cambiarnos el calzado, debemos dejar que se ventile antes de guardarlo. La humedad propia de la transpiración de nuestros pies puede ser perjudicial para los calzados, según su material de manufactura.
Luego de dejarlo respirar y ventilarse, podemos colocarle talco o gel absorbente, y guardarlos en su caja o en el zapatero, no sin antes darles una limpieza con un paño suave, para eliminar polvo y otras suciedades. - Revisado:
Algunos tipos de calzados suelen exhibir en mayor medida sus daños. A veces, un brevísimo rayón puede arruinar un par de zapatos casi nuevos.
Revisaremos el calzado antes de guardarlo, y si hay que corregir errores y daños, podemos utilizar diversos elementos para reparar esas marcas y rayones.
Por ejemplo, con un lápiz de cejas o una fibra indeleble de punta fina, podemos reparar rayas visibles, procurando escoger el mismo color. - Limpiar:
Los zapatos de cueros deben ser limpiados con productos especiales, nunca con agua, y con paños suaves.
Los gamuzados pueden ser frotados suavemente con un paño apenas humedecido en agua limpia, mientras que los sintéticos y de charol se pueden limpiar con un algodón y unas gotas de aceite de cocina, para devolverles el brillo. - Lustrado:
Para lustrar los zapatos, elegiremos ceras o betunes de buena calidad. Los aplicamos con un paño suave, dejamos un instante, y luego pulimos con un cepillo de cerdas suaves o un paño de gamuza.
Luego, limpiamos con un trapo suave y limpio, y dejamos orear y ventilar antes de usar o guardar. Si se trata de una emergencia y no contamos con una pomada de zapatos, podemos usar cera incolora para pisos en pasta, o incluso crema de peinar sin alcohol.
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