Funcionamiento del secarropas
El secarropas puede ser un buen aliado a la hora de lavar nuestras prendas. Gracias a este artefacto, podremos tener seca y lista la ropa en cuestión de minutos.
La secadora, complemento ideal al lavar la ropa
El secarropas es un complemento indispensable para los hogares situados en ciudades lluviosas, en apartamentos sin lugar para el tendedero, o en los hogares de familias numerosas y ansiosas de terminar cuanto antes con la carga. No sólo secan las prendas limpias, sino que además, en muchos casos permiten evitar la tarea de planchado. ¿Sabes qué sucede en una secadora de ropas, desde que la enciendes hasta que cuelgas tus prendas en el placard?
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Cómo funciona el secarropas
El electrodoméstico llamado secarropas es muy similar, en su funcionamiento, al lavarropas. Dentro de la caja contenedora, o carcasa, se halla un tambor móvil. Este tambor interior tiene la capacidad de girar sobre su eje, ya sea de modo horizontal o vertical, según la disposición de su tambor.
La máquina posee diversas funciones programadas o ciclos de secado, determinados por su tiempo de duración, velocidad del giro del tambor (medida en revoluciones por minuto o RPM), y algunas otras consideraciones, dependiendo del modelo y sus prestaciones.
Al colocar la ropa mojada o húmeda en la secadora, el programa indicará de qué modo y a qué velocidad el tambor debe girar. Por acción de la fuerza centrípeta, el agua se desprenderá de las prendas de vestir, facilitando su secado. Esta función es la más habitual y básica, presente en la mayoría de los secarropas y en las "escurridoras".
"Separando las tandas de secado podrás determinar mejor el programa de secado."
Por otro lado, y dependiendo del modelo y tipo de artefacto, se puede incluir otras funciones de secado. Por ejemplo, el uso de aire caliente permite un secado más veloz, prendas más "esponjosas", y menor producción de arrugas en las telas, facilitando o eliminando la función de planchado posterior. En estas versiones, conforme el tambor gira eliminando el exceso de humedad, un chorro de aire caliente envuelve cada hebra y fibra de las prendas, acelerando el proceso de evaporación del agua y de secado de las prendas, como si sostuvieras la prenda dentro de un recipiente y la secaras con una secadora de cabello.
Tal y como en el lavarropas, los secarropas tienen funciones previamente determinadas, para secados de cargas grandes y pesadas, por tipo de telas, por peso de la tanda y otras. Estas funciones permiten establecer secados rápidos, regulares, de prendas delicadas, de prendas resistentes y demás. Así, se varía la velocidad y tipo de movimiento del tambor, y también el accionar del ventilete que absorbe el aire y la humedad de las prendas en el centrifugado. También, en modelos avanzados, un termostato irá encendiendo y apagando la función del aire caliente, manteniendo una temperatura segura y estable en el interior del tambor y evitando desperfectos en las prendas y el consumo excesivo de electricidad.
Consejos al usar el secarropas
Para sacarle el mayor provecho a la secarropas, te recomendamos poner en marcha algunos trucos sencillos:
- Separa las prendas a secar según el grosor de sus telas, o el tiempo en que se secan. Los pañuelos y las blusas de gasa, por ejemplo, secarán mucho más rápido que los jeans y los abrigos. Separando las tandas de secado podrás determinar mejor el programa de secado. Pon al sol o al aire libre las prendas livianas, mientras que las pesadas las puedes introducir al secarropas.
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"No llenes el tambor de la secadora a más de tres cuartos de su capacidad."
- Al colocar las prendas en la secadora, procura ordenarlas, estirándolas un poco para evitar que se formen arrugas. Si el tambor lo permite, estira las prendas en "tiras" y acomódalas en torno a la circunferencia del tambor, para evitar que se hagan peso unas con otras.
- No llenes el tambor de la secadora a más de tres cuartos de su capacidad. También, coloca las prendas más gruesas, pesadas o mojadas en la parte inferior del tambor, en especial del tambor vertical, para que no hagan peso ni arruguen a las demás prendas.