Cómo Enmendar un Error

Son muy pocas cosas las que no tienen solución. Al enmendar un error no regresamos el tiempo atrás, no podemos cambiar el pasado, pero sí podemos pedir disculpas y seguir adelante con nuestro camino, con una mochila mucho menos pesada y con mayor amor en el corazón.

Responsabilizarnos por nuestras acciones

Piensa en lo sucedido, y cómo afectó a esa persona amada, o a ti mismo. Considera que cada acto cometido tiene consecuencias, que impacta sobre el entorno y los demás. Reconoce qué es lo que hiciste, enfréntalo como lo que es: parte del pasado. Ya nada puedes hacer para cambiarlo, pero si tu corazón es puro y en verdad lamentas lo sucedido, sea con o sin intención, es necesario dispensarnos por ello para liberar las energías negativas que quedan atascadas cuando nos equivocamos y cometemos un mal acto.

"Conoce las consecuencias de tu error, y enfréntate a ellas con el corazón abierto."

Lo primero es analizar por qué lo hiciste, qué querías lograr con ello o cuál fue la impulsividad o la emoción que te condujo a cometer ese error. Puede haber sido un enojo, una venganza, o quizás fue un descuido por no haber prestado la suficiente atención. Conocer la causa de lo realizado nos permitirá trabajar sobre ello, hacer los ajustes que sean necesarios para no volver a encaminarnos por ese sendero que nos llevó a dar el mal paso.

Pide disculpas por tu error

Pide disculpas por el error cometido y conoce las consecuencias, enfrentándolas con el corazón abierto. Si hiciste daño a una persona, acepta su enojo o sus palabras. Admite tu culpa y comprende que habrá una consecuencia también hacia ti, sea el enojo de esa persona, un sueldo menor en el trabajo, un pastel quemado porque lo dejaste demasiado tiempo en el horno, lo que sea.

Luego, habla desde el corazón. No intentes justificarte culpando a otros, ni a las situaciones, ni a nadie más que a ti. Responsabilízate por el error cometido: “fui yo quien dijo esas malas palabras, y lo lamento”, “olvidé buscarte luego del trabajo, y lo siento”, “discúlpame por esto que he hecho”. Si tienes la posibilidad, explica el por qué lo hiciste, y explica también cómo es que estás trabajando para ya no volver a repetirlo. Si has herido a alguien, o has cometido un fallo en el trabajo, o lo que sea, en verdad ya no importan las causas que te llevaron a eso, sino el qué harás a continuación.

Y, si puedes, haz lo que sea necesario para revertir la situación. Trabaja más tiempo para volver a hacer esa presentación, haz eso que no hiciste, di aquello que no dijiste, haz lo correcto cuando tengas la oportunidad, para redimir ese error cometido y reemplazarlo por una buena acción.

Enmendar un error es un acto de amor

Quizás puedas explicar el por qué, el qué harás para no repetirlo, o quizás sólo debas conformarte con hacer saber que lamentas lo realizado. Quizás recibas ese perdón que buscas, o quizás no. Lo único importante aquí es pedir disculpas por el error, actuar desde tu corazón, con honestidad y sinceridad, y aceptar tu propia acción al respecto. Después, el siguiente paso es perdonarte a ti mismo, comprender que eres sólo un humano imperfecto, con emociones, con una mente que a veces pierde el enfoque.