Cómo Elegir el Calzado para Viajar

Ya sea en nuestro armario como en las tiendas, tenemos diferentes tipos de zapatos para escoger.

Tips para elegir el calzado para un viaje

En primera medida, debe ser cómodo y en lo posible, no recién comprado (para evitar ampollas o molestias). El pie no debe quedar oprimido en ningún sitio, aunque si bien ajustado en la planta, el talón y el puente. Si es un zapato cerrado, ponte calcetines.

Por otra parte, los dedos se deben poder mover con total libertad, sin tocar la puntera. Y por último, el zapato no debe quedar “suelto”, para evitar movimientos extraños que pueden dañar el tobillo o la rodilla, ya sea en la montaña, en el campo o en la playa (es decir, en terrenos que no son uniformes).

Elegir los zapatos para viajar tiene que ser una decisión que vaya de la mano del tipo de travesía o estancia que tendrás. Claro, porque si vas a pasar dos semanas en la playa no llevarás el mismo zapato que si harás excursiones de alta montaña. Una buena idea es llevar calzado que pueda usarse para diferentes ocasiones, tanto de día como de noche, formales o informales. Lo más importante es la comodidad y la funcionalidad; no sirve de nada llevar unos tacones altos o unos zapatos que sólo quedan bien con un traje.

"Procura limpiar bien los zapatos cuando los dejas de usar, para guardar en la maleta o para dejar en la habitación. Para empacarlos, guárdalos en una bolsa de plástico o un contenedor especial."

Podría decirse también que debemos llevar al menos dos pares de calzado diferente en los viajes. Esta cantidad puede variar si vamos más a menos días, si habrá eventos especiales, si vamos en coche y podemos guardar más cosas, etc. Lo básico sería un calzado para andar y otro más “serio” o formal para las salidas nocturnas a comer, a bailar, a tomar una copa, etc. Y la época del año también es primordial, aunque si viajas en verano es bueno que lleves algo cerrado, y si lo haces en invierno, un par más abierto, al menos para cuando estás en el hotel y tus pies puedan respirar un poco.

Procura limpiar bien los zapatos cuando los dejas de usar, para guardar en la maleta o para dejar en la habitación. Para empacarlos, guárdalos en una bolsa de plástico o un contenedor especial, recuerda que son el primer objeto que se coloca en el equipaje.

Elegir el calzado según el tipo de viaje

Como ya has podido darte cuenta, elegir los zapatos para viajar es algo que lleva su tiempo y tiene sus secretos. Dependiendo del lugar al que te dirijas y otros factores será recomendado un tipo y no otro. Veamos:

Para destinos veraniegos: En ese caso, el calzado debe ser liviano, sandalias u ojotas, por ejemplo, para estar en la playa y que la arena no te queme. Si el destino elegido además de mar y olas tiene actividades para hacer por las noches o en contacto con la naturaleza, puedes llevar unos tenis de tela. Para ir a cenar a un restaurante, al casino o a tomar un helado al centro de la ciudad, opta por unas bonitas sandalias.

Para destinos urbanos: La idea de estas vacaciones es caminar y conocer museos, atractivos, parques, monumentos, iglesias, etc. Entonces, un calzado bien cómodo y a la vez bonito es lo que necesitas. Para la noche, sigue el mismo consejo que para ir a la playa (si es verano) o usa zapatos o botas formales si hace frío.

Para destinos calurosos de montaña: En la selva, por ejemplo, tendrás que caminar entre rocas, ríos, arroyos, etc. Necesitas comodidad extra y frescura. Puedes usar una especie de sandalia más armada, con partes abiertas y otras cerradas, que sujeten bien el pie y tengan suela de goma.

Para destinos al aire libre o de montaña: Por ejemplo, el Machu Pichu. Para ello tendrás que alternar calzado para días de calor y otros de invierno (la amplitud térmica cambia bastante entre el día y la noche). Es preciso que el pie esté protegido hasta el tobillo.

Para destinos invernales: Por ejemplo, si te gustan las montañas nevadas o quieres conocer el Norte de Estados Unidos en Enero, puedes necesitar un calzado superior que te proteja de la nieve, el viento y el frío. Se trata de botas que llegan pasando el tobillo.