Beneficios de Abrazar un Árbol

Todos conocemos sobre la importancia que tienen los árboles en nuestra existencia. Con sólo funcionar de la manera orgánicamente natural, son capaces de purificar toneladas de aire cada día, nos aportan sombra, nos dan refugio de las lluvias, nevadas y también de los vientos, y sujetan la tierra afirmándola por debajo de nuestros pies. También filtran las aguas de las napas debajo de la tierra y, por si fuera poco, nos convidan con frutas, flores, savias, hojas, raíces, tallos, cortezas y un sinfín de productos naturales que nos ayudan a tener más salud y belleza, sea cual fuere nuestra raza, edad, religión o condición.

"Muchos estudios han probado que abrazar, tocar o siquiera permanecer cerca de un árbol ayuda en el tratamiento de enfermedades mentales."

Por eso es fundamental protegerlos a ellos, asegurar que vivan hidratados, alimentados y seguros, plantando al menos un árbol a lo largo de nuestras vidas, combatiendo la deforestación que resulta completamente perjudicial para la prolongación de nuestra especie humana, y que atenta contra la integridad del aire del planeta entero. Todo esto para poder abrazarlos y obtener más beneficios.

Los beneficios de abrazar árboles

Más allá de los compuestos y alimentos que nos convidan, los árboles tienen un regalo más para darnos y convidarnos: su propio cuerpo, en unión física con el nuestro.

Durante muchos años, términos como “abrazadores de árboles” han sido utilizados con un tono peyorativo, simbolizando a los activistas ambientales que –literalmente- se encadenan, atan con sogas o trepan a los árboles amenazados para evitar que las grandes corporaciones madereras los corten y derriben. Pero hoy le daremos a esos términos un uso mucho más amplio, pues para tener más salud tan solo debes abrazar árboles, tan simple y extraño como eso pueda sonar. ¿Cómo se explica?

Cada ser vivo de este planeta tiene su propia frecuencia vibratoria, una circulación de energías naturales que permite sus funcionamientos orgánicos. Los árboles, con su majestuosidad, son extremadamente eficientes en el manejo de sus energías. Permanentemente conectados (en masa) con la tierra, toman las vibraciones alteradas de sus frecuencias y las estabilizan. Así, abrazar a un árbol equilibra nuestra frecuencia vibratoria energética, calma nuestro sistema nervioso y nos da mayor felicidad.

Muchos estudios han probado que abrazar, tocar o siquiera permanecer cerca de un árbol ayuda en el tratamiento de enfermedades mentales, trastornos tales como el de Hiperactividad y el de Déficit Atencional, aumenta nuestra memoria y capacidad de concentración, acelera nuestro tiempo de reacción general y alivia jaquecas y cefaleas simples.

Abrazar árboles y tener contacto físico también estimula nuestra imaginación, aumenta nuestra creatividad, nos permite una respiración mucho más abierta y profunda, y hasta aumenta nuestra capacidad mental y el funcionamiento de nuestros ciclos biológicos, incluyendo la circulación, coagulación, función digestiva y excretora y algunas más.