Cómo hacer un Chequeo Básico del Coche

Pero podemos aprender a hacer algunas simples actividades para dar un mantenimiento básico a nuestro coche, sin mayores dificultades. Un control nunca está de más aunque el auto aparente estar en perfecto estado de funcionamiento. Entonces, aprendamos a hacer una revisión básica con estos consejos.

Chequeo de los fluidos del coche

El primer paso es detener el coche, dejar que se enfríe el motor, y abrir el capot. No te asustes: haremos un par de tareas básicas, y la primera de ellas es revisar los fluidos del coche.

Analiza el nivel de aceite como primer paso. Toma la varilla de medición y límpiala con estopa o con un trapo; abre el conducto del aceite e introduce la varilla cuanto puedas (en su totalidad), deja unos segundos, y retira. Analiza el nivel impregnado en la varilla, que lucirá muescas que indican su nivel óptimo. Puedes agregar más aceite si fuera necesario, y si notas el fluido algo descartado y sucio es el momento óptimo para cambiarlo. También revisa el manual del vehículo para conocer cada cuantos kilómetros es recomendable hacer el cambio total del aceite.

"Un chequeo básico del coche nunca está de más aunque el auto aparente estar en perfecto estado de funcionamiento."

Analiza el nivel de agua del radiador, simplemente abriendo su tapón y observando si logras ver el líquido. Haz lo mismo con la bomba de agua y con el contenedor de líquidos del limpiaparabrisas. Utiliza siempre agua destilada o desmineralizada, y complementa con líquido limpiacristales (en el último caso) o con los aditivos de tu preferencia, siempre previa consulta a tu mecánico de confianza.

Finalmente, el último paso en esta revisión básica de fluidos del coche es observar el estado y cantidad del líquido de frenos con las mismas técnicas. Asegúrate luego de sellar bien los tapones, con buena presión.

Revisión básica de neumáticos del coche

Chequea el estado general de las ruedas, inspeccionándolas a simple vista. Deben verse derechas, con un desgaste parejo y uniforme en su banda de contacto (la parte que toca el piso, al centro del contorno) y sin desgastes en los laterales. Puedes hacer un balanceo y alineación en un taller especializado, al menos una vez por año.

El dibujo de las ruedas (las muescas marcadas en la goma) debe verse claramente, asegurando una buena adherencia de la rueda al piso. También analiza el nivel de carga de aire: la rueda no debe verse aplastada ni demasiado erguida. Mide el nivel de aire en cualquier gasolinera, simplemente colocando el pico de medición en la boquilla de cada rueda para conocer su valor, y agregando o quitando aire en función de la distribución del peso de tu coche. Nuevamente, revisa el manual para conocer el nivel de presión recomendado para los neumáticos.

Chequeo de las luces del coche

Analiza las luces del coche, simplemente encendiéndolas y revisándolas a simple vista. Enciende las frontales y traseras de posición, las bajas y las altas. Enciende los faros anti nieblas, guiños y balizas, luces de freno, y analízalas. Cambia los bombillos que se hayan agotado, y controla el sistema de las luces que titilen, parpadeen o sufran cambios en su intensidad mientras están encendidas, pues puede haber alguna falla a nivel eléctrico.