Los beneficios de ventilar para ahorrar
Ventilar el hogar es una genial manera de ahorrar. Y aquí te explicamos por qué, y cómo lograrlo.
Ventilar es un modo genial de potenciar el ahorro en tu hogar y, al mismo tiempo, de evitar gastos en asuntos relacionados
Cómo ventilar para ahorrar
Seguro recuerdas la voz de tu madre diciéndote que abrieras la ventana ni bien abrías los ojos. Con mucho tedio, a veces lograbas hacerle caso, pero muchas otras simplemente no le veías el sentido. Una vez más tenemos que decirlo: ¡mamá tenía razón!, porque además de cuidar tu salud, te ayudará a ahorrar.
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La mejor hora para ventilar es la primera hora de la mañana, justo cuando está saliendo el sol en el verano, y algunos minutos después del amanecer en el invierno, para escapar al fenómeno de inversión térmica que ocurre en ese momento (y que representa justamente el momento más frío de la jornada). Cuando despiertes y sea el momento indicado, abre las ventanas de par en par, y deja que el aire circule libremente por todo el hogar.
Asegúrate de abrir ventanas contrapuestas, de modo de provocar una corriente de aire. Abrir sólo la ventana de una habitación puede hacer algo, pero no será tan eficiente como sólo 5 a 10 minutos de abrir simultáneamente todas las del hogar.
"La mejor hora para ventilar es la primera hora de la mañana, justo cuando está saliendo el sol en el verano, y algunos minutos después del amanecer en el invierno."
También, apaga la calefacción cuando estés ventilando. En especial si tienes control de temperatura o termostato: deja que los sistemas tomen un merecido descanso, y enciende todo de nuevo sólo una vez que hayas cerrado nuevamente puertas y ventanas.
¿Por qué ventilar ayuda a ahorrar?
Ventilar es un modo genial de potenciar el ahorro en tu hogar y, al mismo tiempo, de evitar gastos en asuntos relacionados:
- Ventilar permite una mejor circulación del aire por el hogar. Esto significa que el aire caliente de la habitación más cálida se contagia al resto de las habitaciones, al igual que el aire frío en el verano.- Mejora la calidad del aire, se lleva consigo numerosos gérmenes y bacterias, y también permite limpiar con más eficiencia los alérgenos. Así, se reduce el riesgo de desarrollar enfermedades y alergias, previniendo el potencial gasto en consultas médicas y fármacos.
- Al mismo tiempo, libera a nuestros espacios de malos olores, como el encierro, el de las ropas y calzados usados y más. Sólo con ventilar evitas la compra de aromatizantes de ambientes, y dejas tu casa con el verdadero perfume a “limpio”.
- También te ayuda a solucionar un problema frecuente en muchos hogares: el de la humedad. Ventilar es la mejor manera de secar las zonas expuestas, y también de inhibir el desarrollo de hongos, esporas y mohos que son peligrosos para tu salud y también para la estructura de la casa.
Algo tan simple, y tan libre de gastos como abrir las ventanas, te ayudará a mejorar la calidad de vida, el disfrute y el mantenimiento de tu casa. ¡Es una manera genial de ahorrar y de evitar gastos a futuro!