Cómo Volver a Confiar

La confianza es una buena energía en tu vida. Es darnos a alguien, a algo, dejar que parte de nuestra felicidad dependa de lo demás, incluyendo aquí aquellas cosas que no podemos controlar. Confiar en un Dios que nos cuida, en un Destino que ha tomado ciertas decisiones por nuestro bien, confiar en el amor, en la bondad, en la esperanza son buenas energías que puedes disfrutar en la vida. Por el contrario, carecer de confianza es una fuente de negatividad, de malestar auto-infringido, de angustias y preocupaciones constantes, y eres tú quien tiene la llave para abrir esa compuerta dejando ir a la desconfianza.

"Debemos volver a confiar porque es bueno para nosotros. Carecer de confianza es una fuente de negatividad."

¿Por qué volver a confiar?

Debemos volver a confiar porque es bueno para nosotros. Una traición, de cualquier tipo, seguro que te ha lastimado, que te ha hecho dudar sobre si dejar o no a esa persona o situación. Una sensación tan poderosa como confiar en alguien puede ser tan beneficial como perjudicial, eso lo has aprendido de mala manera. Pero amigarse con la confianza es casi necesario para el bienestar.

Recuerda que el pasado ya ocurrió, y no hay nada que puedas hacer para modificarlo. Sólo queda aprender de ello, tomar las riendas de ese caballo que dejaste correr libre, pero sin dejarlo quieto en el establo, sino quizás un poco más controlado. Esto es fundamental para saber cómo volver confiar, en especial luego de una traición o un desengaño: no debes dejar todo librado al azar, ni dejar que tu felicidad dependa exclusivamente de otra situación, de otra persona o de algún objeto. En cambio, debes aceptar que todos ellos sí pueden tener un impacto positivo en tu vida, y confiar nuevamente, aunque te cueste y te de miedo.

Si una persona te hirió, esto no significa que otra hará lo mismo, siquiera que esa persona que lastimó tu confianza vuelva a repetir su error. Dar la oportunidad de la duda es también necesario para confiar nuevamente: si esa persona vuelve a equivocarse, si ese objeto vuelve a fallar o si ese plan vuelve a desmoronarse, esta vez estaremos mejor preparados para afrontar las consecuencias… y sabiendo que quizás no sea así, y que esa persona, situación o elemento sí pueda ser gran parte de la fuente de tu felicidad.