Ventajas de un All Inclusive
Gracias al llamado “All Inclusive” podrás ir de vacaciones sin pensar en nada. Claro, porque todo ya estará decidido y organizado de antemano. Veamos qué ventajas tiene este tipo de servicio.
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Analiza bien los detalles del contrato antes de elegir un all inclusive.
¿Por Qué Elegir un “All inclusive”?
El servicio "todo incluido" es una opción perfecta para descansar y olvidarnos por completo de todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Sólo tienes que determinar el destino principal, la fecha de viaje (y esto a veces tampoco) y qué llevar en la maleta. De todo lo demás se encarga la empresa que contratas.
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Cómo Aprovechar el Servicio All Inclusive
Las ventajas de un all inclusive son muchas, ya que te ofrecen todo aquello que necesitas para tus vacaciones. Quizás tengas que pagar un poco más por un viaje en comparación con una travesía por tus propios medios, pero te garantizas no tener que preocuparte por nada desde antes de comenzar el recorrido. La modalidad de todo incluido suele comprender la habitación, las comidas, las excursiones, el entretenimiento y los traslados.
Igualmente, todo depende del paquete que compres, por ello es bueno que leas muy bien el contrato antes de firmar. Por ejemplo, puede que no incluya las bebidas de la cena o el ingreso a ciertos atractivos.
Ventajas de elegir un All Inclusive
Además de que te brinda la posibilidad de ir de vacaciones sin pensar en nada, los todo incluido son una buena idea ya que:
Tienen precios accesibles: Si realizaras un desgloce de todos los servicios que te ofrece el paquete y los tuvieras que pagar por separado, seguro te saldrían más caro. Estas empresas tienen convenios y acuerdos para conseguir tarifas mejoradas.
Disfrutarás de un viaje organizado: Si estás cansado de tener que planificar todo en el trabajo, la casa, el estudio, la crianza de los hijos... que las vacaciones no te obliguen a pensar más. Sabrás a su vez cuánto es lo mínimo y lo máximo que podrás gastar, podrás calcular a la perfección el presupuesto final, abonarás por adelantado una parte, viajarás con tranquilidad porque sólo llevarás contigo lo que necesites para tus gastos personales adicionales.
"Las ventajas de un all inclusive son muchas, ya que te ofrecen todo aquello que necesitas para tus vacaciones. Esta modalidad suele comprender la habitación, las comidas, las excursiones, el entretenimiento y los traslados."
El paquete all inclusive suele incluir todas las comidas del día, sin límites y con la variedad de un restaurante.
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Pasarás momentos de total tranquilidad: Nada de sentirte culpable al comer o pedir un segundo platillo en el restaurante, tampoco de beber alcohol u ordenar un postre. Claro, porque el all inclusive hará que tengas que sacar mucho menos la billetera que cualquier otro tipo de viaje.
Te relajarás: Ir de vacaciones sin preocupaciones ni tener que organizar nada es un verdadero lujo. Podrás tumbarte al sol en una playa de arenas blancas con un zumo o licuado, pasear en barco, bucear entre delfines, practicar deportes acuáticos, conocer reservas naturales, dormir hasta tarde, dejar de lado el despertador... lo mismo que en cualquier viaje pero sin la presión de tener que pensar qué hacer al otro día.
Mejorará tu relación familiar: Aquellos que deciden ir a un todo incluido tienen mucho tiempo libre para pasar con su pareja, con sus hijos, etc. Si se viaja con niños pequeños, no deberás caminar por el centro de la ciudad buscando un restaurante donde almorzar. Si tienes hijos adolescentes, no se aburrirán porque tendrán decenas de actividades para hacer. Y también hay servicio de guardería para dejar al bebé y que el matrimonio pueda ir a caminar por la playa. Si se desean hacer actividades en familia todos juntos, por supuesto que también es posible.
Podrás hacer excursiones fuera del hotel: ¡Y tampoco tendrás que organizarlas! Sólo decir si quieres o no asistir. Puede que esto tenga un cargo adicional, sin embargo, te ahorrarás el problema de buscar una agencia de viajes, alquilar un coche, perderte por no conocer el camino, etc. Te llevan y te traen a la puerta del hotel en una hora estipulada.
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4 tips para elegir un paquete all inclusive
Ya has decidido que quieres ir de vacaciones sin pensar en nada y que tu mejor opción es un “Todo incluido”. Entre los destinos típicos para elegir esta modalidad se encuentran México, Cuba, Brasil, República Dominicana y todas las Islas del Caribe.
Presta atención a los siguientes consejos para elegir un paquete all inclusive y disfrutar como corresponde de un viaje:
1. Analiza bien el precio del paquete. Si estás planeando ir de vacaciones en un crucero o quedarte en un hotel todo incluido, presta atención que es lo que realmente “incluye” y lo que es “Adicional”. Piensa además si vas a utilizar todo lo que se ofrece en el paquete o estarás pagando por cosas de más. Por ejemplo, los tragos y bebidas alcohólicas gratis para alguien abstemio no tienen ningún sentido; las entradas a todas las excursiones o atractivos tampoco si la idea es quedarse tomando sol en la playa. Por otra parte, es bueno consultar cuáles son los servicios por los que se debe pagar extra, como por ejemplo una excursión.
2. Piensa cual es tu ideal de viaje. Si quieres ir de vacaciones sin pensar en nada ya hemos dicho que el all inclusive puede ser una excelente opción. Sin embargo, tendrás que analizarlo antes de pagar el paquete. Si te gusta pasar tus días de receso leyendo en el balcón del hotel o no te interesa ir a ningún lado aparte de lo que se pueda llegar caminando media cuadra, si no eres de comer mucho ni te gustan los menúes extravagantes, puede que no te convenga esta modalidad. Conjuga tus deseos particulares, tus expectativas y tu presupuesto para saber si es una buena idea el todo incluido.
3. Pregunta en varias agencias de viajes. Siempre puedes encontrar mejores ofertas. Compara los servicios y precios, las características de la estancia, los extras, etc. Además, estos sitios están atendidos por personas cualificadas que sabrán comprender tus gustos, necesidades, capacidad de pago, etc. y te ofrecerán lo que más se adapta a ti.
"Pide una copia con la descripción del paquete para saber bien todo lo que integra y lo que no. Lleva esta copia en tu maleta por las dudas, siempre podrás echarle un vistazo o reclamar si algo no se cumple."
4. Lee bien la letra pequeña. Muchos quedan obnubilados con la frase “All inclusive” y luego terminan pasándolo mal al darse cuenta que las bebidas alcohólicas no estaban incluidas, sólo se permitía cierto menú o las excursiones más divertidas había que pagarlas aparte. Pide una copia con la descripción del paquete para saber bien todo lo que integra y lo que no. Lleva esta copia en tu maleta por las dudas, siempre podrás echarle un vistazo o reclamar si algo no se cumple.
Gracias a estos consejos podrás elegir un paquete all inclusive y disfrutar de unas vacaciones sin preocupaciones.