Cómo usar las mantitas para envolver al bebé
Arroparlo bien apretadito y tenerlo en brazos es una de las experiencias más hermosas que tenemos con nuestro bebé. ¿Sabes cómo arroparlo bien?
Estar arropado, al bebé le da tranquilidad
Ventajas de envolver al bebé en una manta
El bebé envuelto en su mantita, abrigado en invierno y fresquito en verano es bueno por varios motivos. No será como hace unos años que a los niños se los mantenía envueltos día y noche durante semanas… sino que al salir a pasear o la hora de dormir, por más que lo lleves en su cochecito, que esté arropado le da tranquilidad, lo protege de los cambios de temperatura del ambiente y de ser despertado por los movimientos involuntarios que hacen sus brazos y piernas.
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¿Cuánto tiempo es recomendable arroparlo?
Por lo general, hasta el primer mes de vida: se mantendrá quieto y tranquilo si lo arropas en la mantita, luego, ya será demasiado activo para aguantar no moverse y experimentar con sus manos y pies.
Si notas que se siente muy tranquilo cuando lo envuelves para dormir, puedes hacerlo hasta que sea más grande, pero tampoco es conveniente superar los 3 meses porque comenzará a moverse y puede enredarse en la manta.
¿Cómo envolver al bebé en la manta?
Hay una técnica que se llama swaddling o “pañales” para envolver al bebé:
- Extiende la manta y dobla el extremo superior derecho 15 centímetros hacia adentro de la manta.
- Coloca al bebé con la espalda apoyada sobre la manta y la cabeza sobre el doblez.
"Por lo general, es conveniente arropar al bebé hasta el primer mes de vida."
- Toma la punta que queda cerca del lado izquierdo del bebé y pásala sobre el cuerpo, acomodando lo que sobre bajo su espalda.
- Luego, toma la parte inferior de la manta y súbela hasta que quede debajo del mentón del bebé.
- Finalmente, el lado derecho que quedó, pásalo como hiciste con el izquierdo y engánchalo en el doblez de la manta.
Si tu bebé prefiere tener los brazos libres, procura hacer estos dobleces levantando sus bracitos.
