Tips para que tu hijo empiece a comer vegetales sin berrinches
Es común que a los niños no les gusten las verduras, pero si las camuflas un poco y les preparas platos más divertidos, seguro las comerán con gusto.
Prepara los vegetales de otras maneras para que tu hijo las coma sin berrinches
Cómo introducir las verduras en la dieta de tu hijo
Todos conocemos la vieja historia de esconder los chícharos y los guisantes debajo del puré de patatas. Todos conocemos a un niño (al menos) que rechaza sus vegetales, e incluso hemos sido un poco culpables de actitudes semejantes en nuestra propia infancia.
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Es que los pequeños prefieren el dulce inmediato de las golosinas y de los aderezos antes que los saludables vegetales. Si tu hijo también los rechaza, aquí te contamos algunas buenas ideas para lograr incorporar verduras a su alimentación.
Ideas para que tu hijo coma sus vegetales
Los vegetales hervidos, blandos y carentes de atractivo no son para nada del gusto de los niños. Por eso, prefiere otras formas de servirlos para fomentar su consumo: en lugar de hervirlos, cocínalos al vapor para que queden crocantes y más sabrosos. Si los hierves písalos o lícualos para convertirlos en purés y budines más llamativos, con todo el color.
"Los vegetales hervidos no son del gusto de los niños. Por eso, prefiere otras formas de servirlos para fomentar su consumo."
¿Quieres un buen ejemplo? Prueba con hacer puré de zanahorias hervidas, de espinaca hervida y de patatas, y ofrécelo a tu hijo. Si no lo come, mezcla cada uno con un huevo, colócalos en capas dentro de un molde, corta por encima un poco de queso cremoso y llévalo al horno hasta dorar: un budín tricolor con mucha más diversión.
También considera los vegetales como botanas sabrosas: en lugar de enviar a tu niño a la escuela con una bolsa de caramelos, pela y corta en bastones una zanahoria grande. Será una merienda divertida y más saludable, crocante y llenadora. Prueba con colocar vegetales frescos en su sándwich, como alternativa a los de jalea: una rodaja de tomate pulposo, unas de cebolla desflemada y una gran y crocante hoja de lechuga verde, junto a una feta de queso y una de jamón, harán un almuerzo delicioso y rendidor.
Recuerda que los vegetales son muy versátiles a la hora de crear comidas: cocidos o crudos, enteros o en rebanadas, en puré, en budín, en tortillas, como relleno de tacos, complementando hamburguesas, en sopas cremosas, en sopas de trozos, salteados con pastas, mezclados con huevo cocido y muchísimas alternativas más serán tus aliadas para hacer que tus hijos coman sus betabeles, repollitos de Bruselas y todas aquellas verduras que –según dicen- detestan.
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"Procura armar los platos de los niños en la mesada de la cocina, para crear figuras, formas y paisajes usando los vegetales."
Haz platos divertidos
Procura armar los platos de los niños en la mesada de la cocina, para crear figuras, formas y paisajes usando los vegetales: Ojos de rodajas de pepino, nariz de tomate cherry, boca de salchicha y pelo de lechuga es un plato entretenido y lleno de sabor (además de nutrientes), y es muy diferente a simplemente colocar los vegetales de a cucharadas sobre el plato. Cuando el niño se divierte comiendo, se olvida de qué es lo que hay en su comida… ¡y come sus vegetales!
Prueba esta técnica creando rostros, animales, paisajes, animales y todo tipo de formas, con vegetales cortados en bastones, círculos, rallados, hechos puré, montados unos sobre otro como bloques o una pila de jenga, o de la manera en que prefieras y que sea más divertida para tu niño.
