Claves para Trabajar Desde Casa

Lo cierto es que no es tan fácil como la mayoría así lo piensa. La verdad es que, muy a menudo (y en particular cuando apenas estás comenzando) trabajas más horas por día de lo que lo harías en una oficina. Hay muchos pros y también algunas contras al trabajar desde tu casa, y elegir este camino dependerá de cuáles son tus metas de vida.

Lo bueno y lo malo de trabajar desde tu casa

No hay jefes ni colegas molestos. Eso es verdad, tienes mejor control sobre tu tiempo, nadie está presionándote si decides ir a prepararte un té o atender el teléfono; tampoco hay colegas que te interrumpan y que te quiten la concentración que quieres poner en tus tareas. Este lado bueno tiene su contraparte: a menudo es un trabajo solitario, a la hora del descanso o del almuerzo no hay con quién compartirlo, y tu tiempo tan libre debe ser al mismo tiempo combinado con las vicisitudes de estar en tu hogar, como atender el timbre de la puerta, el teléfono, a la familia y a las visitas (que normalmente, piensan que “ya que trabajas en casa seguro puedes atenderlos a beber un café con pastel”).

"Si decides trabajar como freelancer (independiente), debes saber que no hay sueldos, ni beneficios, ni un respaldo donde caer si las cosas salen mal."

Las visitas y los preconceptos son también algo difícil de atender. Lo bueno de ser dueño de tu tiempo viene también acompañado con muchas explicaciones, como hacer entender a los amigos y familiares que  porque hayamos decidido trabajar desde nuestro hogar no significa que no estemos trabajando, y de cómo deben respetar tu tiempo de actividad tal y como si estuvieras en una oficina.

Trabajar online no es sinónimo de hacerlo en pijamas. Al menos no la mayoría del tiempo: si bien tienes más libertad a la hora de vestir (y puedes no usar maquillaje), lo cierto es que no es saludable hacerlo en paños menores y que, seguramente, igual tendrás que ir a hacer trámites o atender personas. Que trabajar en pijamas no sea tu motivación, pues eso es sólo una idea que pronto elegirás no tener más.

Por último, si decides trabajar como freelancer (independiente), debes saber que no hay sueldos, ni beneficios, ni un respaldo donde caer si las cosas salen mal, o si buscas “tomar un día libre”. Ganas dinero de acuerdo a tu trabajo, a tu propia capacidad de hacer nuevos clientes, a lo que sea que hagas. Es una manera genial de elegir el camino laboral y de hacer en verdad lo que te gusta, pero también es difícil en los primeros tiempos, pues no hay un salario fijo ni un jefe a quien pedirle aumentos.

Cómo elegir un trabajo para hacer desde casa

Si estás dispuesto a recibir los beneficios y hacerle frente a las contras de trabajar en casa, entonces debes aprender a elegir el trabajo más adecuado, y no ir a ciegas y presentarle a tu jefe la carta de renuncia desde hoy mismo. Ante todo, toma lápiz y papel y aplica estas 3 acciones fundamentales:

• Debes seguir tu pasión, tus conocimientos, cultivarte y nunca dejar de aprender: eres tu propio jefe, y debes esperar de ti lo que esperarías de cualquier otro empleado.
• Debes elegir un trabajo o actividad que sea lucrativa, no sólo algo que apele a dos o tres vecinos que gustan de tus pasteles, sino planificar cómo hacer pasteles para toda la ciudad, con sus envíos, diseños personalizados y opciones de personalización. Crea un plan de negocios antes de decidirte y no cuando "ya lo estés haciendo”.
• Verifica cuáles serán los gastos que tendrás que enfrentar para montar tu oficina en casa, incluyendo tecnología, insumos, o lo que sea menester. Verifica que tus ahorros sean suficientes para valerte de, al menos, la mitad de tu salario actual por 6 meses, para tener la comodidad de no pasar apuros, ni pedir préstamos o créditos que te alejarán de la meta.