Cómo ser Ordenado

Presta atención y conviértete en un ser más ordenado desde hoy y para siempre.

1. Un lugar para cada cosa (y cada cosa a su lugar)

Sabemos que es tedioso, en especial si acostumbras llegar a casa y dejar el abrigo sobre el sofá y tu bolsa sobre la mesa, pero es un paso fundamental para ser más ordenado. Primero debes decidir un lugar para cada cosa, haciendo que te sea muy práctico colocarlas allí al llegar a casa.

Libera todo un estante para colocar tu bolsa y tus libros, pon un perchero para colgar el abrigo y todo lo que traigas en la mano, crea una alfombrilla para dejar tu calzado en el pórtico ni bien llegas, y así no desordenarás el resto de la casa.

Si notas que no tienes un espacio adecuado para algún objeto, sé creativo. Usa cajones deslizables debajo de la cama, crea estantes en muros abiertos, usa bolsas plásticas de cierre a presión para separar los calcetines, haz lo que sea necesario para ordenar más fácilmente, etiquetando cada espacio o sitio de guarda conforme te sea de utilidad.

"Crea recordatorios en tu teléfono inteligente o en tu ordenador que te digan qué debes hacer, cuándo y cómo ser más ordenado fácilmente, sin desatender tus obligaciones."

Recuerda usar ese sitio para cada elemento, y no para algo más. Si has dejado un banquillo en tu habitación para colocar la ropa que te quitas antes de guardarla, no dejes allí la novela que estás leyendo ni las gafas de sol: ser ordenado implica respetar el sitio para cada cosa, hasta convertirlo en un saludable hábito.

2. Guarda ni bien desocupes

Lo último del paso anterior para saber cómo ser ordenado es fácil de anticipar: guarda. Coloca todo en su lugar, en tiempo y forma. Cuando te mudas de ropa la dejas ventilar unos momentos, pero antes de irte a dormir recuerda guardarla en el ropero, en su percha, estante o cajón. ¿Ya preparaste la cena y comiste una deliciosa comida? Pues ser más ordenado es también lavar los trastos, secarlos y –fundamentalmente- guardar cada cosa en su lugar.

3. Ayúdate a recordar cómo ser más ordenado

Coloca carteles adhesivos y recordatorios de todo tipo que te obliguen a ser más ordenado, por ejemplo, con un texto que diga claramente que guardes todo lo que hayas usado en el momento en que lo desocupes o antes de ir a dormir, y mantenlos a la vista por no menos de 15 días. Pasado este tiempo verás que ordenar ya es natural y guardarás todo en su lugar sin darte cuenta.

4. Expande el método a tus necesidades

Hay quienes optan por soluciones más creativas, y definen carteles para indicar el espacio de cada cosa. Si te es de utilidad, crea una lista de pendientes del día que te ayude a recordar cuándo guardar cada elemento, según ya se haya secado, ventilado, o lo que sea.

La tecnología también será tu aliada: crea recordatorios en tu teléfono inteligente o en tu ordenador que te digan qué debes hacer, cuándo y cómo ser más ordenado fácilmente, sin desatender tus obligaciones. Este es un buen consejo, en especial durante los primeros días en los que comiences con el hábito. Lo mismo puedes hacer con tus planes y tareas del día: crea una lista y déjala en el espejo del baño, en la nevera, donde la veas fácilmente para recordar qué tareas se deben cumplir, y en qué orden, así te será fácil ser más ordenado y cumplir tus propósitos sin demoras, sin olvidos y sin distracciones.