Cómo Ser Emprendedor y Esposo

Las relaciones de pareja nunca son fáciles y eso nadie lo puede discutir. Pero por otro lado, las relaciones laborales no son simples tampoco. ¿A cuántos les habrá pasado de llegar a casa después de un día agotador y decirle a la esposa “ya tuve demasiados problemas por hoy, por favor, no seas tú otro más”?

Del lado contrario, tras haberse pasado toda la noche discutiendo con la pareja por temas de dinero, de tiempo, de los hijos o de la hipoteca (por citar algunos ejemplos), es muy difícil concentrarse en los quehaceres profesionales. Podría decirse que todo es un círculo vicioso y que se conecta entre si. Por supuesto, así es la vida.

Una “aventura emprendedora” puede acabar con un matrimonio si no se aprende a sortear todo tipo de obstáculos. ¿Es posible balancear el romance con el trabajo?. La pasión, compromiso y emoción que aporta un proyecto profesional tiene que ser igual a la relación con la pareja y viceversa. Sin embargo, el exceso de entusiasmo puede llevar a la fatiga en los dos contextos.

"Ser emprendedor y buen esposo implica manejar muy bien el tema de las llamadas cuando estás en casa. Tu reacción puede afectar la relación para bien o para mal."

Tips para ser buen emprendedor y esposo al mismo tiempo

Los siguientes consejos son muy útiles para quienes desean tener una buena relación amorosa y triunfar en los negocios, sobre todo si estás atravesando por una situación para nada deseable:

Programar los tiempos

Es necesario fijar las prioridades y realizar cambios en las agendas con el simple y gran objetivo de disfrutar de la pareja. No todo es trabajo en la vida. Cuando llegas a casa de la oficina, o cuando decides que has trabajado demasiado en tu proyecto, entonces, dedica tiempo a tu esposa o pareja. Por ejemplo, los viernes termina con tus obligaciones una hora más temprano y vayan a comer afuera o al cine.

Ser emprendedor y esposo requiere de organización. Establezcan salidas mensuales a un lugar bonito y donde no se hable de trabajo, ni nada que no sea la pareja y los proyectos en común.

Evita comportamientos reactivos

Esto quiere decir que no reacciones mal a las demandas de tu pareja, escúchala primero para saber si su pedido es o no fundamentado. Todo dependerá también del tono de voz que utilice el otro, pero a veces no nos expresamos como quisiéramos. Maneja las demandas de tu esposa como si fuera tu mejor cliente (que siempre tiene la razón). Para que una relación sea exitosa siendo emprendedor, es necesario no reaccionar mal ante los cambios o los pedidos de modificación de hábitos.

Ser emprendedor y esposo implica manejar muy bien el tema de las llamadas cuando estás en casa. ¿Saldrás corriendo a responder? ¿O dirás: “ahora estoy con mi esposa, todo lo demás puede esperar”?. Esta reacción puede afectar tu relación para bien o para mal. Puedes establecer los momentos o situaciones permitidas para ser atendidas en tu tiempo personal, por ejemplo. Muchos asumen que la pareja tiene que entender todo y que es una constante, no se irá a ningún sitio, pero eso no es verdad. Lo mismo ocurre a la inversa, ¿en qué momento de la jornada laboral podrás responder a los mensajes o llamados de tu pareja?

Haz que el romance también sea un negocio

Piensa que tener una buena relación con tu esposa hará que estés menos estresado y por consecuencia, más capacitado para producir y ser efectivo. Claro que esta ecuación podría no ser del todo convincente para una mujer: “¿estás conmigo porque luego podrás hacer negocios?”. Pero quizás, si buscas la manera de expresarte mejor y demostrarle que gracias a ella tu vida es más bonita, estás más feliz, puedes pensar con claridad en tus objetivos y balancear tus tiempos para ser más productivo, tal vez no se resista a esta explicación y te comprenda un poco más.

Los negocios fuera de la habitación

Uno de los consejos está relacionado con llevarse trabajo a la casa (cuando no se trabaja en ella), pero sobre todo, a un ambiente tan íntimo como es la habitación. No cometas el error de llevar el portátil o el smartphone a la cama “para adelantar trabajo”. Ese no es el espacio adecuado.