Somatotipo y predisposición genética
Hay personas que comen sin parar y no engordan, y otros que con dos meses de gimnasio pueden lucir abdominales envidiables. La predisposición genética suele influir mucho, y hay un concepto que lo explica: el somatotipo.
¿Qué es el somatotipo?
"Engordo porque tengo la predisposición, lo heredé de la familia de mi madre"; "no se por qué tengo una incipiente calva, si en la familia de mi padre tienen todos su cabello natural"; "puedo comer sin engordar, así funciona con las mujeres de mi familia". Estas son algunas frases repetidas en uno y otro rincón del mundo. Y hay mucha verdad en ellas, aunque también algunas equivocaciones. Se trata del somatotipo, y conocerlo será lo que adecue la veracidad de estas creencias.
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La predisposición genética
Si bien la predisposición genética juega un papel importante en la manera en la que nuestro cuerpo luce, no lo es todo. Las costumbres, la historia clínica, los comportamientos y algunos factores más determinarán cómo responde tu organismo a las diferentes condiciones, como comer sin engordar o aumentar de peso aunque sigas dietas estrictas.
Es allí cuando entra en juego el somatotipo. Esta curiosa palabra designa un análisis, una prueba de tipo antropométrica muy utilizada en los ámbitos deportivos, pues define nada menos que la tendencia o predisposición genética que una persona tiene para ciertas condiciones, entre ellas, la capacidad de almacenar las grasas, energizar el cuerpo, mantenerse en forma, formar y reacondicionar musculatura, o bien qué tan apto es para la práctica de un deporte en particular, a partir de sus propias exigencias.
"El somatotipo define nada menos que la tendencia o predisposición genética que una persona tiene para ciertas condiciones."
Cómo se utiliza el somatotipo
Como dijimos, este análisis se usa normalmente en los ámbitos deportivos, pero también puede aplicarse a personas que ejecutarán acciones de riesgo, como trabajos en zonas de climas extremos, actividades muy exigentes y otras.
A partir de consultas y análisis de laboratorio, se obtiene un resultado cuantitativo de las características físicas de la persona, es decir, su biotipo y composición corporal. Esta valoración define uno de tres tipos básicos: los componentes endomórfico, mesomórfico y ectomórfico, en ese orden.
El componente endomórfico es el que más se relaciona a la adiposidad de los tejidos, lo que normalmente conocemos como una corpulencia algo rellena o completa. El mesomórfico es el que relaciona la magnitud musculo-esquelética (la corpulencia atlética o muscular), y finalmente, el ectomórfico se asocia con la delgadez o la linealidad.
¿Para qué sirve conocer el somatotipo?
Esta definición te permitirá saber si no bajas de peso realmente por una cuestión hereditaria, por un mal comportamiento, e incluso puede ser la puerta hacia la detección de condiciones hormonales o glandulares específicas. Lo mismo se aplica a quienes no logran subir de peso, o quienes desean saber sus "tendencias" corporales para la práctica de ciertos deportes y actividades.
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"A partir del conocimiento de tu somatotipo podrás definir, junto a tu médico y a tu nutricionista, el régimen alimenticio más apropiado para tu organismo."
A partir del conocimiento de tu somatotipo podrás definir, junto a tu médico y a tu nutricionista, el régimen alimenticio más apropiado para tu organismo, a partir de lo que quieres lograr con él. Es de vital importancia para las altas exigencias, y una herramienta sumamente útil para quienes desean cuidar de la figura y lograr un cuerpo más esbelto, de acuerdo a sus posibilidades biológicas.