¿Qué es la Niebla Mental?
Niebla mental, brain fog o fibroniebla. Conoce de qué se trata, y qué hacer al respecto.
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¿Piensas que puedes padecer de niebla mental? Consulta con tu médico y conoce el mejor curso de tratamiento
Niebla Mental: Síntomas y Características
La niebla mental es uno de los términos cada vez más mencionados en estos tiempos. También conocida como brain fog, niebla cerebral o fibroniebla, es una condición en la que la persona siente un alto nivel de entorpecimiento tanto en sus movimientos físicos como también en su proceso de pensamiento y análisis. Quienes han sido correctamente diagnosticados con este cuadro informan sentir confusión, como si un velo cubriera sus pensamientos, especialmente al momento de tomar decisiones importantes.
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En estos tiempos en los que la vida está sobrecargada de datos, es normal que de tanto en tanto sintamos este leve letargo mental. Esa es la razón principal por la que se ha subestimado a esta condición durante tanto tiempo. Normalmente, consideramos que esa niebla mental es algo de estrés, cansancio o cuestiones emocionales, y hay mucha verdad en ello. Pero una correcta diagnosis es lo que te ayudará a hallar la mejor manera, en tu caso particular, de sacudirte de encima esa confusión y recuperar el control de tu accionar mental.
"Hay muchas causas probables para la niebla mental, dependiendo de cada persona. El estrés puede ser una buena razón, por el alto nivel de cortisol que afecta nuestras funciones biológicas."
La niebla mental se presenta en confusión, letargo e imposibilidad de tomar decisiones o de concentrarse en algo…
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Síntomas de fibroniebla
La fibroniebla puede notarse con síntomas bastante habituales, como intentar recapturar una pieza de información de tu mente (un nombre, una fecha, un recuerdo) sin poder lograrlo. Es que la condición se caracteriza por la incapacidad de la persona de contactar con la realidad, y puede ser temporal y breve, o una sensación constante.
En conjunto con este síntoma, la persona siente emociones fuertes de frustración, lo que provoca estrés, emociones negativas tóxicas y, en definitiva, el empeoramiento del cuadro. Al mismo tiempo, puede comenzar a tener problemas para expresarse claramente (como si todos los sinónimos se hubieran escapado de su mente en el momento), y va creciendo dentro suyo un agotamiento mental, producto de la mayor actividad que va realizando para intentar pensar o analizar, cada vez con menos éxito o velocidad, en un verdadero círculo vicioso de la mente.
Otros síntomas de la niebla mental
Además de esta sensación de confusión, temporal o extendida, la persona puede experimentar:
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- Desorientación leve
- Dificultad para procesar la información cotidiana (por ejemplo, no seguir el hilo de un libro o una película, de comprender el plan de negocios propuesto en la reunión, etc.)
- Dificultad para realizar análisis y procesos matemáticos simples, recordar secuencias de letras, palabras o números, y otros afines.
- Problemas en la memoria a corto plazo
- Problemas para concentrarse o enfocar la atención en una tarea o hecho
- Problemas para recordar nombres, fechas, palabras, sinónimos, etc.
- Problemas para recordar sucesos cotidianos (como dónde haber dejado las llaves, dónde guardo su paraguas, etc.)
Causas de la niebla cerebral
Si bien no es un cuadro grave y posee un tratamiento muy simple, el mayor problema está en la frustración de quien la padece, y la preocupación constante por notar estos cambios que se parecen mucho a los iniciales en la demencia, Alzheimer y similares.
"Si bien no es un cuadro grave y posee un tratamiento muy simple, el mayor problema de la niebla mental está en la frustración de quien la padece."
Hay muchas causas probables para la niebla mental, dependiendo de cada persona. El estrés puede ser una buena razón, por el alto nivel de cortisol que afecta nuestras funciones biológicas. También son causas probables ciertos cambios hormonales, tener la mente preocupada en otros asuntos, sufrir dolor crónico en alguna zona del cuerpo, la depresión, el trastorno bipolar, la mala alimentación, la falta de ejercicios físicos o mentales adecuados, la desmotivación (laboral, personal, etc.), los desequilibrios de nutrientes en la sangre y el cuerpo, el agotamiento físico y mental o síndrome de fatiga crónica y algunos más.
Con tantas causas posibles, y tan regulares también, no subestimes lo que tu mente te haga saber con los posibles síntomas de la niebla mental: consulta al médico si notas estas condiciones o que “hay algo distinto” en tu cuerpo o en tu mente.
