¿Qué Alimentos Producen Cáncer?

Aprendamos un poco más sobre la relación entre la comida y el cáncer, como una forma de prevenirla desde la alimentación.

Bebidas que pueden producir cáncer

Beber agua es fundamental para preservar la buena salud. Pero no de cualquier tipo: debe ser agua segura, limpia y pura, con el mínimo de químicos agregados, y preferentemente sin saborizantes. Los zumos naturales de frutas y vegetales también son buenos alimentos, pues nutren e hidratan sin agregar químicos a tu organismo.

El alcohol es sabroso, pero es uno de los alimentos que pueden producir cáncer. Desde la sociedad Americana del Cáncer se recomienda limitar el consumo a dos bebidas por semana para los hombres (700 ml de cerveza, 300 ml de vino, 100 ml de licores destilados, por ejemplo) y una de estas bebidas para las mujeres.

Se sabe que distintos tipos de té aportan antioxidantes y otros nutrientes fabulosos, como polifenoles y flavonoides. En particular, se recomienda el consumo de té verde, negro y pu-erh. El café, temido por muchos, no ha probado relación alguna con el desarrollo de cáncer, pero sí se recomienda un consumo moderado por sus demás efectos adversos potenciales.

"El café no ha probado relación alguna con el desarrollo de cáncer, pero sí se recomienda un consumo moderado ."

Frutas y vegetales que producirían cáncer

El consumo de frutas frescas y de estación, y también el de vegetales, de preferencia orgánicos y cultivados con buenas prácticas agrícolas, es siempre beneficial para la salud.

No hay evidencia fuerte que indique una relación directa de los vegetales con el cáncer, pero sí sugerencias sobre la reducción del riesgo de padecer la enfermedad mediante el consumo de 2 a 3 tazas diarias de frutas y vegetales ricos en antioxidantes, fitoquímicos, vitaminas y minerales esenciales. Prefiere los frescos o, en su defecto, los congelados, pero evita los enlatados y procesados, y también los transgénicos (genéticamente modificados).

¿Las carnes producen cáncer?

No debes huir de las carnes como si fueran una peste, sino todo lo contrario. Esta fuente de proteínas, minerales y vitaminas es fundamental en una buena alimentación, pero debes procurar elegir la proveniente de animales alimentados a pasto y criados sin confinamiento, pues la alimentación de granos suele dejar residuos de transgénicos que se suman a los antibióticos, hormonas y agregados químicos que reciben los animales. Elige los cortes magros y de carnes de cultivo orgánico, por prevención.

Algo similar sucede con los pescados. Mientras que los silvestres son más nutritivos, los de cultivo industrializado están repletos de medicamentos, metales pesados, y son a menudo alimentados con granos transgénicos e ingredientes fitosanitariamente indeseados. Para prevenir el cáncer, elige los peces de pesca natural, y las piezas de tamaños menores, para tener un gran aporte de ácidos grasos Omega-3 y otros nutrientes indispensables para la buena salud.

Los aceites vegetales suelen ser parcial o totalmente hidrogenados, están refinados a altas temperaturas, y aportan a tu cuerpo todo tipo de toxinas indeseables. Prefiere el aceite de oliva extra virgen procesado en frío, o reemplázalo por aceite de coco o de palma, todos ricos en grasas monoinsaturadas saludables.

¿La sal y azúcar producen cáncer?

Hay evidencias que sugieren que un consumo elevado de sal podría favorecer el desarrollo de distintos tipos de cáncer, como de estómago, de garganta y nasofaríngeo. Evita comer demasiados productos con sal y prefiere comprar alimentos que no hayan sido curados, procesados ni que hayan recibido grandes cantidades de sal durante su elaboración.

El azúcar, por su parte, no tiene una relación directa con el cáncer, pero sí fomenta la obesidad y afecta la insulina en el organismo, dos factores que sí se relacionan directamente con el desarrollo de la enfermedad. Evita el consumo exagerado de azúcar y de bebidas y alimentos muy azucarados. Los edulcorantes también han sido foco constante de numerosas investigaciones por sus efectos adversos a la salud. Aunque no hay sentencias firmes al respecto, siempre se recomienda reducir o evitar su consumo, prefiriendo los endulzantes naturales en su lugar (Stevia, miel, siropes y otros, orgánicos y sin refinar).