No envejezcas antes de tiempo

El doctor Juan Carlos Espín, especialista en Ciencias Biológicas por la Universidad de Murcia, España, nos dice que el cuerpo humano se compone aproximadamente de 75 trillones de células, de doscientos tipos distintos y cada uno realiza una función específica. Éstas a su vez forman tejidos y órganos como la piel.

Sin embargo, las células no son eternas, razón por la que nuestro cuerpo está en constante renovación. El 98 por ciento de los átomos del organismo se regenera cada año. El esqueleto lo hace cada tres meses y la piel cada 28 días.

Pese a la existencia de dicho proceso de regeneración, el cuerpo no se mantiene en excelentes condiciones de forma permanente debido a diversos factores que condicionan el desgaste celular como la alimentación, el estilo de vida y, por supuesto, la edad.

“Desde que nacemos el cuerpo empieza a envejecer y, por lo tanto, ciertos mecanismos del cuerpo se van desajustando con el paso de los años; en parte condicionados por la genética de cada persona y también en gran medida a causa del estilo de vida.

"Para no envejecer antes de tiempo, lava tu cara antes de ir a la cama y después aplica una crema humectante."

De acuerdo con el dermatólogo, los genes son responsables en parte por como nuestra piel envejece, pero también lo es nuestro medio ambiente y como nos cuidamos para evitar arrugas. No hay una poción mágica que evite las arrugas, pero si hay formas de posponerlas.

Causas de la aparición de arrugas

Descuido

La piel joven se caracteriza por su firmeza, textura y humedad natural. A medida que pasa el tiempo nuestra piel se ve afectada por el medio ambiente y la falta de atención.

Evítalo: Lava tu cara antes de ir a la cama y después aplica una crema humectante. Este sencillo procedimiento retira las impurezas adheridas a la piel y mantiene hidratada la piel durante la noche.

Rasurado inadecuado

Es cierto que la afeitada diaria estimula la regeneración celular, pero para que ello suceda debe realizarse con los productos y procedimiento adecuado de lo contrario la piel se secará y dañará.

Evítalo: Antes de afeitarte humedece la piel, después aplica una crema de rasurar y déjala actuar dos minutos, rasura con una hoja afilada, sin jalar la piel y al final aplica un bálsamo humectante. (Jamás te pongas alcohol o loción.)

Estrés

Las presiones constantes son nocivas para la piel, porque mantienen tensos los músculos faciales y eso genera la aparición de arrugas prematuras. La depresión y la tristeza nos envejecen.

Evítalo: Practica una actividad deportiva después de tu jornada laboral para reducir los índices de estrés a los que estás expuesto en la oficina.

Malos hábitos

El consumo excesivo de productos como el alcohol, azúcar y cafeína también perjudican nuestro órgano más grande: la piel. La razón principal es que todos ellos generan la deshidratación corporal y afectan la habilidad de cuerpo para absorber nutrientes.

Evítalo: Consúmelos con moderación.

Protección solar

La sobre exposición al sol es uno de los factores principales que generan el envejecimiento prematuro de la piel. Los rayos UV secan la capa externa y provocan su deshidratación.

Evítalo: Todos los días aplica por la mañana y por la tarde un bloqueador solar de 30 SPF como mínimo.

Dieta inadecuada

Las dietas yo-yo, en las que subes y bajas de peso hacen que los músculos y la piel de la cara pierdan su tono y luzcan flácidos. De la misma manera, una alimentación escasa de nutrientes no aporta los elementos necesarios para mantener tersa y buen estado la piel.

Evítalo: Asegúrate de tomar las vitaminas y mineral que tu cuerpo necesita. Las frutas y las verduras nos proveen con estos valiosos nutrientes y es importante incluirlos en nuestra alimentación.

Hidratación

No tomar suficiente agua es tan perjudicial como la sobre exposición solar. Cuando somos jóvenes la piel está más hidratada, pero con el paso de los años y como consecuencia de factores externos como la contaminación haces que la piel pierda agua.

Evítalo: El agua tomada o comida (en verduras y frutas crudas) es el humectante más valioso. Tu cuerpo necesita agua, la deshidratación se nota primero en la piel.