Qué es y cómo tratar la adicción al sexo
La obsesión sexual, como toda adicción, supone trastornos para el que lo padece muy difíciles de controlar. ¿Eres adicto al sexo?. Descúbrelo en esta nota.
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¿Qué es la obsesión sexual?
Un obsesivo sexual es, como indica su nombre, una persona obsesionada y adicta a determinadas prácticas sexuales, no necesariamente coitales, sino también masturbatorias o fetichistas, por ejemplo. Generalmente se engloba dentro de los trastornos compulsivos, relacionados con la ansiedad, y afecta tanto a hombres como mujeres.
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Diagnosticar una obsesión sexual resulta bastante fácil: el afectado pasa mucho tiempo realizando una o más prácticas sexuales, interfiriendo de forma negativa en sus quehaceres diarios y relaciones personales. Las personas que lo padecen tienden a ser muy compulsivas y, aunque sean conscientes de que padecen este trastorno, no siempre está en sus manos el evitarlo.
Ejemplos de obsesión sexual son pasarse varias horas todos los días enganchados a páginas pornográficas en Internet, masturbarse incondicionalmente varias veces al día, o practicar sexo con distintas personas de forma compulsiva y únicamente buscando placer inmediato o auto-realización personal.
Problemas de la obsesión sexual
- La adicción al sexo, como cualquier otra obsesión, conlleva varios riesgos y problemas asociados para el que la padece: depresiones, estrés o sentimiento de culpabilidad son sólo tres comportamientos ocasionados por las obsesiones sexuales.
- Otro problema suele ser el dinero, que "vuela" rápido en manos del adicto sexual ya que recurre a servicios de prostitución, pornografía de pago, juguetes sexuales y otros artilugios fetichistas.
- La propia conducta desmesurada y el gran consumo de tiempo diario que supone padecer este tipo de adicciones podrían afectar también al rendimiento en el trabajo o en la escuela, aumentar el riesgo de caer en la drogadicción, o incluso provocar una separación de su pareja o de otros familiares y amigos cercanos.
- Al tratarse de un problema relacionado con una temática tabú como es el sexo, la obsesión sexual contiene añadida la desventaja de suponer una vergüenza para quienes la padecen, siendo difícil que lo admitan públicamente y/o busquen ayuda profesional.
Tratamiento para la adicción al sexo
Si se padece de este trastorno, lo mejor es acudir al médico, que seguramente ya haya atendido anteriormente a muchos casos parecidos, por lo que no se debe entrar a la consulta con miedo.
"Un obsesivo sexual pasa mucho tiempo realizando una o más prácticas sexuales, interfiriendo de forma negativa en sus quehaceres diarios."
Las adicciones sexuales generalmente suelen ser tratadas por psicólogos y sexólogos, que hablan con el afectado para hacerle ver de dónde viene su problema, aconsejando ejercicios alternativos con los que huir de la obsesión.
Estos ejercicios se engloban en la psicoterapia y tratan de reducir paulatinamente y de forma controlada las conductas compulsivas del paciente, a la vez que se busca apoyo del cónyuge u otras personas cercanas. En determinados casos, el profesional puede suministrar medicamentos para combatir síntomas como la depresión o el estrés.