Errores Comunes en los Primeros Auxilios
A veces los malos consejos viajan a velocidad, y nos convencemos de ellos. Conoce cuáles son los errores en los primeros auxilios que casi todos hemos cometido, al menos, una vez.
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Si en verdad quieres ayudar, en lugar de cometer estos errores sé la persona que llame al servicio de emergencias.
Los Principales Errores en Primeros Auxilios
Basta escuchar un mal consejo algunas veces para tomarlo como cierto, y así nacen los errores comunes en los primeros auxilios que cometemos reiteradas veces, aunque siempre con las mejores intenciones.
El mejor consejo que puedes escuchar es que “si no sabes qué hacer, entonces no hagas nada”, y espera a los profesionales a que hagan su labor. Segundo, asegúrate de consultar con ellos sobre qué hacer en esos casos, para futuras ocasiones, y en tercer lugar: toma nota de estos errores que se comenten en los primeros auxilios, para no volver a repetirlos, por buenas que sean tus intenciones.
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Errores ante hemorragias
Son los casos más frecuentes en los que se requiere de primeros auxilios. Las hemorragias pueden ser desde un leve sangrado de la nariz, o hasta una profunda pérdida de sangre por una lesión en el cuerpo. Estos son algunos de los errores más habituales en lo que respecta a la pérdida de sangre:
Si hay una lesión, la lavas con agua oxigenada. ¡No lo hagas! Esta no es siempre la mejor solución al problema. Si el daño es grave (un corte profundo u otro), pon una gasa limpia encima y lleva a la persona al hospital (o espera a emergencias), no laves las heridas profundas.
Si la lesión es superficial y la persona no lo rechaza, vierte suavemente agua fría sobre la herida, para quitar la suciedad que podría provocar infección. Si es posible (el daño no es tan grave) lava con agua y jabón neutro, suavemente y sin frotar, y desinfecta ya seco (seca con papel absorbente, no toallas ni papel tissue) aplica yodopovidona y cubre con una gasa limpia.
"Si no sabes qué hacer, entonces no hagas nada, y espera a los profesionales a que hagan su labor."
Para evitar los errores en primeros auxilios, toma clases con la Policía, los Bomberos, o en los centros asistenciales de tu ciudad.
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Cuando hay sangrado, recuerdas lo que ves en las películas y haces un torniquete. ¡No lo hagas! Esta técnica debe aplicarse a mucha conciencia: podrías evitar la irrigación sanguínea a otras zonas, y empeorar el problema. En cambio, quita la suciedad superficial y aplica un género (puede ser una prenda de vestir) o un apósito sanitario femenino haciendo algo de presión en la zona, mientras esperas a los servicios de urgencia.
Cuando sangra la nariz pones un tapón y echas la cabeza hacia atrás. ¡Tampoco lo hagas! Puedes colocar un paño que recoja la sangre perdida y aplicar frío o hielo sobre el tabique nasal, pero no bloquees su salida, pues podrías dejar sólo un camino disponible: hacia la garganta, y posiblemente a los pulmones. Mucho menos hay que llevar la cabeza hacia atrás, pues acelerarías este peligro.
Cuando te clavas algo y ves que sangra, lo quitas y pones presión en la herida. ¡Error! El objeto podría ser justamente lo que evite que haya una hemorragia mayor. Deja el objeto donde está, quitando lo que haya suelto a su alrededor para evitar infecciones u otras lesiones, y acompaña a la persona hasta que llegue el servicio profesional.
Otros errores habituales ante emergencias
Olvida todo lo que has visto en las películas o en la TV: no eres el héroe que deja de pilotar su helicóptero para salvar a un pueblo del volcán. Estos son algunos de los errores comunes en los accidentes y otras situaciones del día a día, que no debes cometer nunca más:
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Cómo estar listos para una emergencia
Accidentes oculares: Nunca frotes el ojo ni tampoco intentes quitar una suciedad con hisopos, gasas, tu dedo o soplando. En cambio, haz un baño de agua pura o con solución fisiológica donde la persona pueda sumergir el ojo, y moverlo suavemente, mientras esperan a la emergencia o acuden al oculista.
Si fuera útil, cubre ambos ojos de la persona con gasas y un antifaz de noche, para evitar que mueva los globos ocultares si hubiera un objeto allí clavado.
Baja presión, bajo nivel de azúcar (lipotimia): Cuando una persona cae desmayada en la calle o tiene una “baja de presión” (un decaimiento), evita darle caramelos, bebida azucaradas o lo que sea. Procura evitar que se golpee al caer, dale abrigo y contención, y llama al servicio de emergencia. ¡Puedes provocar un enorme problema si es diabético y tú le das un jugo repleto de azúcar!
La persona no se mueve: En cualquier accidente, si alguien no se mueve y parece desmayado, sólo comprueba que respire y llama al servicio de emergencia, haciéndoles saber que ha perdido el conocimiento. En este caso, si sabes aplicar RCP quizás puedas ayudar, aunque lo mejor es dejar a la persona donde y como está, pues al moverla podrías empeorar la situación.
No apliques asistencia respiratoria ni hagas compresiones cardíacas a menos que sepas exactamente lo que estás haciendo, y tengas la plena seguridad de que la persona lo necesita.
"Ten en cuenta el mejor de los consejos: el de no hacer lo que no sabes hacer. Cuando alguien lo necesite, llama al servicio de emergencia y acompaña a la persona evitando que tenga frío o se moje con la lluvia."
La persona se asfixia: lo más habitual es dar unos golpecitos en la espalda, y a menudo esto puede ayudar, al igual que elevar los brazos. No hagas que gire su cabeza, sino ínstala a toser para eliminar el problema por su cuenta. Si se hubiera tragado algo que estuviera bloqueando las vías respiratorias, prueba con presionar su estómago o hacer la maniobra de Heimlich (haciendo presión fuerte y súbita a unos 7 a 10 centímetros desde la base de las costillas y hacia arriba), pero sólo si sabes hacerla bien. No provoques el vómito, ni le des agua o pan para comer, pues podrías empeorar la situación.
Sólo ten en cuenta el mejor de los consejos: el de no hacer lo que no sabes hacer. Cuando alguien lo necesite, llama al servicio de emergencia y acompaña a la persona evitando que tenga frío o se moje con la lluvia, y no cometas estos errores comunes en primeros auxilios si en verdad quieres ayudarle.