Beneficios de las Flatulencias

• Comer alimentos difíciles de digerir o a los que se tenga intolerancia o sensibilidad
• Tomar ciertos antibióticos
• No poder absorber o digerir apropiadamente ciertos nutrientes
• Incorporación de aire al comer alimentos
• Ciertas condiciones de salud, como el síndrome de intestino irritable
• Úlceras intestinales, gástricas o duodenales
• Cambios hormonales
• Estreñimiento y constipación (que provoca la acumulación de gases)

Estas y muchas otras causas pueden provocar que ciertos gases se acumulen en tus intestinos, y salgan provocando una vibración del ano que produce su sonido característico. Son incómodos, a veces dolorosos y poco prudentes cuando tengas compañía, pero también son positivos para tu bienestar.

"Puede sonar extraño, pero liberar gases se relaciona a menos estrés y más bienestar."

Beneficios de las flatulencias

Hay muchas razones para odiar las flatulencias, pero estas son algunas que quizás cambien tu parecer:

1. Es bueno para tu colon: Retener gases provoca una expansión no natural del colon, poniéndolo a riesgo de distensiones e incluso de desgarros. Liberarlos es importante para evitar este problema.

2. Estimulan los tejidos del recto y del ano: Liberar gases hace suaves ‘masajes’ a los tejidos del recto y del ano. Si has estado evitando liberarlos, probablemente has tensado el esfínter por largo tiempo. Déjalos ir, y haz que tu ‘zona de evacuación’ se relaje y restablezca naturalmente.

3. Indican tu alimentación: El aroma de los gases puede ser un indicador de desequilibrios en tu absorción de nutrientes. Si tienen aromas fétidos y profundos, por ejemplo, se relaciona a un consumo elevado de carnes y grasas, mientras que si son muchos puede relacionarse a un consumo elevado de fibra.

4. Mejoran tu humor: Puede sonar extraño, pero liberar gases se relaciona a menos estrés y más bienestar.

5. Olerlos es bueno para tu salud: Una reciente investigación de la Universidad de Exeter (Inglaterra) ha probado en los gases hay pequeñas cantidades de sulfuro de hidrógeno, un componente que, si lo inhalas regular aunque escasamente, puede ayudarte a prevenir condiciones cardíacas, diabetes, accidentes cerebro vasculares, daño celular, ciertos tipos de cáncer, artritis, demencia  y otros males. Pero no te vuelvas loco respirándolos: el sulfuro de hidrógeno en cantidades más elevadas a las de tus gases es de hecho mortal.

6. Pueden ser advertencias de otras condiciones: Los gases luego de un suculento plato de guiso de porotos son de esperar, pero cuando tu alimentación u otras causas no explicaran su aroma nauseabundo, su frecuencia (mayor a los 20 gases diarios como máximo) o sus condiciones (si se presentan con dolor, entre otras), pueden indicar la presencia de enfermedades gastrointestinales. Mejor hacer una consulta médica a tiempo.

7. Reducen la hinchazón: Su acumulación te hace sentir (y ver) hinchado, lo que no sólo resulta incómodo, sino que también puede alterar otras de tus funciones orgánicas. Aunque esta distensión no suele ser peligrosa de por sí, es mejor aliviar la hinchazón simplemente liberando los gases.