Beneficios de la Psicoterapia

Primero, necesitas encontrar a un psicólogo ideal para ti, y luego disponerte a abrir la mente y el corazón en las sesiones, con la clara intención de sentirte cada día un poco mejor. Y, si aún estás buscando un poco de motivación para empezar tu terapia, aquí te contamos algunos beneficios de la terapia psicológica que tal vez no habías considerado.

Algunas consideraciones básicas

En nuestra cultura estamos acostumbrados a que los profesionales de la salud nos den fármacos, o intervenciones quirúrgicas que nos demuestren resultados casi de inmediato. Los psicólogos son profesionales de la salud mental y espiritual, y se distinguen de los médicos en un punto esencial: no nos dan la solución, la “píldora”, sino que nos proporcionan guías y nos ayudan a que nosotros mismos encontremos el camino a la felicidad.

"La psicoterapia no nos da la solución, la “píldora”, sino que nos proporciona guías y nos ayuda a que nosotros mismos encontremos el camino a la felicidad."

Algunas personas temen asistir a terapia porque creen fielmente lo que han visto en las películas: un distante profesional demasiado serio (a veces con un elevado nivel de excentricidad) que ni siquiera nos mira: sólo nos hace tumbar en un diván y toma apuntes en su carpeta, interrumpiendo sólo para hacer preguntas genéricas como “’¿y cómo te hace sentir eso?”.

Pero nada dista más de la realidad, al menos en la mayoría de los casos. Un buen psicólogo sabrá hacer las actividades, establecer el escenario y elegir la modalidad de terapia que mejor se ajuste a cada paciente, y lo mejor es que tú seas honesto y confíes en su criterio. Si no quieres tumbarte en un diván, dile que prefieres estar en una silla, sentado en el suelo, o lo que quieras: el profesional te escuchará, y sólo te propondrá otras cosas cuando, a su criterio, sienta que es lo más adecuado para ti.

5 Beneficios de la terapia psicológica

Es bueno que, si estás considerando ir con un psicólogo, tengas en cuenta estos beneficios de la psicoterapia menos conocidos, o al menos poco considerados en un primer vistazo:

1. Las sesiones son privadas. No necesitas compartir con nadie lo que hablaste allí, y puedes abordar los temas que quieras, con tu propia mentalidad, sin que algo de eso salga de la privacidad de esas cuatro paredes. Este espacio es sólo tuyo, y tu pareja, tus hijos, tus jefes, tus empleados, los tenderos del súper, los vecinos ni nadie más estará allí contigo. Puedes ser vulnerable si lo necesitas, puedes llorar, reír, hablar de lo que quieras, y nadie más lo sabría.

2. Las sesiones son seguras. El consultorio del psicólogo es un sitio seguro. Nadie te juzgará, nadie te verá mal si de pronto estallas en una carcajada o en un gran llanto. El profesional no está allí para juzgarte en tus pensamientos, sino para ayudarte a sentirte cada día un poco mejor.

3. La terapia es esclarecedora. A veces hablar de temas abiertamente les da una luz que antes no tenían. Los temas difíciles, los asuntos pasados, los rencores, los amores, las indiferencias que sientes no siempre son evidentes, pero al “ventilarlas” en terapia podrás verlas con claridad.

4. Puedes pedir consejos y opiniones. El psicólogo es también un ser humano, aunque uno especializado en los asuntos de la salud mental y emocional. La terapia es lo que tú quieres que sea para ti, y si lo que te hace bien al trabajar en un asunto es conversarlo, puedes pedir al profesional su opinión, hacerle preguntas, o lo que necesites.