La infancia es una edad para intervenir en la salud bucodental, ya que los huesos son todavía muy maleables y los dientes se desplazan fácilmente. Sólo tú sabrás si tus hijos necesitan de un tratamiento de ortodoncia. Te contamos sobre la importancia de ello.
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Problemas habituales
Uno de los problemas más comunes del desarrollo buco-dental de los más pequeños derivado del exceso del uso de chupete y la mamadera, es la mordida abierta y/o cruzada. Generalmente hace que la mandíbula no crezca de manera correcta, quedando más atrás de lo que debería y dejando un espacio aumentado entre los dientes de abajo y arriba.
Asimismo, la prolongación de la succión causa un estrechamiento del paladar provocando una mordida cruzada, que puede afectar el normal crecimiento del niño, generando asimetrías faciales si no se corrigen a tiempo.
Si el chupete fue eliminado antes de los 2 años y medio, en la mayoría de los casos, la maloclusión provocada será corregida por si sola; en el caso de que el niño persista con el uso del chupete mas allá de los 2 años, deberemos consultar con un dentista u ortodoncista para determinar el mejor tratamiento para evitar problemas bucodentales a futuro.
Importancia de la ortodoncia en menores
La ortodoncia infantil previene futuras problemáticas bucodentales. Ir al ortodoncista para evitar anomalías en la oclusión o inconvenientes de crecimiento. A su vez, si se detectan divergencias en la posición de tamaños de los huesos maxilares y mandíbulas, el objetivo siempre será estimular el adecuado crecimiento.
Cabe resaltar que siempre es más importante solucionar cualquier tipo de inconveniente en la salud ósea o relacionada al crecimiento, cuando se es niño a diferencia de los adultos donde la solución es más compleja.
¿A qué edad se usan brackets?
Una vez que los dientes definitivos ya han erupcionado y reemplazado a los temporarios, llamados también “dientes de leche”. El rango de edad varia en cada niño, pero se sitúa en torno a los 11 años.
Ortodoncia invisible, ¿la mejor opción para los niños?
Una de las opciones que últimamente ha cobrado mayor fuerza a la hora de elegir tratamiento entre los pacientes y sobre todo entre los niños son las:
Férulas transparentes o alineadores invisibles: Son placas removibles transparentes que ni siquiera se nota si están puestas. Esta opción está siendo muy requerida dado que brindan comodidad, evitando llagas o úlceras.
Este tratamiento reduce sensiblemente úlceras y llagas que en ocasiones, producen otras técnicas de ortodoncia. Además, es importante remarcar que facilita notablemente la higiene, la cual a esa edad la capacidad motora y la técnica de cepillado no se encuentra tan perfeccionada como la de un adulto. Estas placas “invisibles”, al carecer de alambres sobre y entre los dientes, y que, pueden ser retiradas en momentos puntuales, facilitará la higiene habitual del niño durante el tratamiento, sin ser excluyente (o necesario) el uso de cepillos/palillos interdentales.
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A veces, con la opción de brackets clásicos, se recomienda la ingesta de alimentos blandos o ingerir alimentos duros, aunque con suma precaución y siendo precavidos, ya que, de otro modo, estos se pueden despegar. En cambio, con las férulas transparentes, el niño se las retira para comer, con lo que las clásicas restricciones en su dieta de otro tipo de ortodoncia, pierden sentido, haciendo más llevadero el tratamiento.
A la hora de elegir un tratamiento..
No hay solo una solución, ni “la mejor solución” a la hora de elegir tratamiento, si no, que habrá tratamientos más acordes a cada paciente.
Por lo tanto, de este modo también habrá varias opciones invisalign, que el odontopediatra u ortodoncista definirá en acuerdo con el paciente, en tanto a cada caso, objetivos, intereses y presupuesto, como, por ejemplo:
- Aparatos ortopédicos o removibles: La ortopedia u ortodoncia interceptiva persigue resolver problemas de maloclusión en edades tempranas, cuando el crecimiento del niño aún no ha terminado. permiten el avance, la corrección respiratoria, masticatoria, de deglución y postura de la mandíbula.
Previene futuras alteraciones esqueletales, ayudando a la prevención y facilitando un crecimiento adecuado de la boca del niño y un adecuado desarrollo óseo. Hay que tener en cuenta, que, al ser un tratamiento removible, siempre tendera a demorar un poco más que un tratamiento fijo.
- Brackets: Los brackets van pegados a los dientes. Dentro de este tratamiento fijo, podemos encontrar brackets metálicos o brackets estéticos.
Los brackets metálicos son resistentes, económicos y duraderos, al tiempo que los estéticos tienen una mejor apariencia visual por su color que puede pasar desapercibido. A esta edad muchos niños tienden a prestar atención a la estética, dado que quieren evitar ser burlados, entre otras causas.
Es importante tener en cuenta a la hora de elegir una clínica dental, que, al concluir con un tratamiento, se continúan haciendo revisiones para controlar el crecimiento óseo y dental hasta que el niño haga el recambio dentario.
Los dientes tienen memoria y tienden a reincidir a la posición en la que se encontraban previo al tratamiento de ortodoncia realizado.
Por lo tanto, la mayoría de los tratamientos ortodónticos una vez terminados, necesitarán de una placa de contención, que mantendrán a los dientes en la posición actual, y así evitar que se muevan lentamente hasta regresar a su posición inicial.
