Cómo Saber si un Gato tiene Fiebre

Hay muchos motivos por los que puede aparecer la fiebre, pero detectándola a tiempo tu amiguito se mantendrá seguro, protegido, y en el camino hacia la recuperación.

¿Por qué aparece la fiebre?

Hay muchísimas condiciones por las que puede aparecer una fiebre, incluyendo infecciones, enfermedades o como consecuencia de los cambios hormonales, de su rutina de medicación y hasta de su alimentación. El clima tiene también un papel en esta ecuación: al igual que nosotros, cuando hace muchísimo calor nuestras mascotas sienten su cuerpo mucho más caliente.

El control veterinario regular es una poderosa herramienta para prevenir enfermedades. También cumplir con el ciclo de vacunación, asegurar una alimentación balanceada y tener siempre agua fresca a su alcance serán las maneras más simples de conservar a tu gato con su buena salud. Pero cuando sea que aparezca una enfermedad, una herida o por lo que sea, aplica los consejos que verás a continuación para tomar la temperatura de un gato.

"La temperatura normal de un felino adulto saludable será de entre 37,5°C y 38,5°C, en algunos animales puede ser de hasta 39°C. Cualquier medición por sobre o debajo de esos valores merece atención veterinaria."

Métodos para saber si el gato tiene fiebre

En reglas generales, la temperatura normal de un felino adulto saludable será de entre 37,5°C y 38,5°C, en algunos animales puede ser de hasta 39°C. Cualquier medición por sobre o por debajo de esos valores merece atención veterinaria. Los cuadros febriles en los gatos pueden medirse con el método convencional, y también prestando atención a ciertos detalles que te ayudarán a saber cuándo llamar al veterinario:

El método convencional se realiza midiendo la temperatura con un termómetro doméstico, el cual se inserta por el ano del animal. Puedes usar vaselina de base acuosa para evitar las molestias. El gato debe estar de pie sobre sus cuatro patas, o recostado sobre su estómago. Usa un termómetro digital para hacer más corto el tiempo de la lectura y, usando tu mano dominante, toma fuertemente su nuca para evitar que se gire y ataque.

Para evitar problemas, coloca a tu gato de pie sobre una mesa y abrázalo sujetándole las patas, intentando contener también la cabeza con la técnica explicada más arriba. Pide ayuda si lo necesitas, para asegurarte de no lastimar al animal sujetándolo de un modo incorrecto. Sólo necesitas insertar un par de centímetros el termómetro (como máximo), y ten en cuenta que esta es una mecánica muy molesta para tu mascota. Un termómetro especial para oídos también puede funcionar, pero nunca uses uno convencional en sus orejas, sea digital o de mercurio, pues podrías herirlo a veces de forma irreparable.

Otra forma de detectar fiebre en los gatos es prestando atención a su comportamiento. Por ejemplo, cualquier cambio en la conducta habitual puede ser un indicador de enfermedad o problemas, incluyendo:

• Decaimiento
• Debilidad
• Confusión y falta de coordinación
• Pérdida de apetito
• Estornudos frecuentes o tos
• Cambios en la frecuencia en la que bebe agua: desinterés o aumento profuso
• Diarrea o vómitos

Si no tienes termómetro para medir la temperatura, puedes hacer un análisis en su cuerpo siguiendo estos consejos:

• Toca suavemente sus orejas: si se notan mucho más calientes que lo habitual, puede haber fiebre.
• Toca y observa la nariz del animal: normalmente estará húmeda y fresca; presta atención si la notas seca y caliente.
• Toca sus patas, las axilas y las pieles menos cubiertas, para analizar su temperatura respecto de lo habitual.