Cómo Pintar con Lejía
Te enseñamos una técnica fácil para modificar tus prendas y pintar con lejía, logrando diseños sensacionales.
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Pintar con lejía te permitirá recuperar esas prendas con manchas rebeldes, fácilmente.
Cómo Pintar tus Prendas con Lejía
Pintar con lejía puede ser sensacional y permitirte diseños originales, incluso recuperando alguna vieja prenda de vestir que tanto te gusta pero que ha sufrido alguna salpicadura de tinta, pintura o… lejía (cloro, lavandina).
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Haz que este enemigo de los colores de tu ropa se convierta en tu aliado, y aprende una técnica fácil para pintar con lejía cualquier tela, tejido o género que quieras recuperar o modificar.
Preparando los materiales y elementos
Ante todo, lava la prenda o tejido que vayas a pintar. Lávalo adecuadamente para quitarle apresto y suciedad, sécalo a la perfección, y plánchalo para alisar las fibras. Si se trata de una prenda de vestir, salvo que se trate de una camisa o blusa, probablemente tendrá dos capas de tejido (la del frente y la de la espalda). Para que tu trabajo de desteñido no se traspase a la superficie trasera, prepara la prenda colocando un trozo de cartón, cartulina gruesa o de plástico separándolas. También prepara la superficie de trabajo, cubriéndola con plástico o papel blanco para evitar problemas.
"Para hacer este trabajo utilizaremos un molde, que protegerá los sectores donde no quieras pintar con lejía tus prendas."
Puedes hacer esta técnica de pintura con cloro sobre cualquier prenda, con o sin molde: cuanto más pura la mezcla más visible será el blanco.
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Junto a la mesa de trabajo coloca un gran balde o cubo de agua del grifo, donde enjuagarás la prenda adecuadamente para evitar que la lejía afecte los tejidos por una exposición exagerada. Prepara tu molde y la cinta adhesiva, si vas a necesitarla (mira la explicación más abajo). Por último, busca una botella plástica con gatillo o pulverizador (una que funcione muy bien, pulverizando finamente) a la que agregues dos partes de agua del grifo y media a una parte de lejía, según cuánto quieras desteñir tu prenda (si vas a hacer un desteñido profundo, puedes incluso usar la lejía sin diluir, en especial si consigues una especial para prendas y tejidos).
El molde para pintar con lejía
Para hacer este trabajo utilizaremos un molde, que protegerá los sectores donde no quieras pintar con lejía tus prendas. Puedes imprimirlo en una simple hoja de papel, o transferirlo a una cartulina, recortándolo y calando sectores conforme sea necesario para tu diseño. Recuerda que las partes que el papel no cubra serán las que van a ser blanqueadas.
Para aplicar el molde a la tela puedes fijar con cinta adhesiva, o bien recortar sobre papel de contacto (papel autoadhesivo, vinilo autoadhesivo) para facilitar la tarea (además, este papel es más resistente al agua). Coloca el molde fijándolo en la parte frontal del tejido (ya protegido por dentro), y recuerda cubrir cualquier sector que no quieres que entre en contacto con la lejía.
Cómo pintar las prendas con lejía
Con todo ya preparado, no tienes más que pulverizar una pequeña cantidad de la mezcla o de la lejía pura sobre el diseño, asegurándote de que los sectores que hayan quedado a la vista con tu molde se mojen con esta mezcla. Deja actuar el tiempo suficiente hasta que notes un tono de desteñido que te guste, pudiendo pulverizar una vez más si hiciera falta hacer retoques. No dejes la lejía demasiado tiempo, en especial si tu mezcla es más pura, pues podría afectar las fibras de tus tejidos.
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"Al pintar la ropa con lejía no dejes el producto demasiado tiempo, en especial si tu mezcla es más pura, pues podría afectar las fibras de tus tejidos."
Normalmente, este producto actúa rápidamente sobre la tela. Cuando se haya descolorado a un punto que te agrade, sumerge la prenda en una gran cubeta con agua, retirando el molde antes si prefieres (y con tus manos limpias, claro). Sólo enjuaga removiendo la tela debajo del agua para quitar el excedente de lejía, bota esa agua, carga nuevamente el cubo y vuelve a enjuagar, por precaución.
Por último, cuelga la prenda al aire libre para que se seque, y disfruta de tu ropa, cortinas, cobertores, fundas o de lo que sea que hayas recuperado o hayas elegido renovar al pintar con lejía, tan fácil y económico que seguro volverás a hacer esta técnica pronto.