¿Qué es el Namasté?

Namasté, originariamente, es un saludo utilizado mayormente en la región sur del subcontinente de la India, de acuerdo a la tradición budista. Puede usarse como un saludo inicial (“hola”), una despedida (“adiós”), para hacer o agradecer un pedido, para demostrar respeto por una persona o también en oraciones, rezos, cánticos y meditaciones. No existe una regla que determine el momento o la ocasión en la que se lo utiliza, pues el Namasté es mucho más que una simple palabra o un saludo casual: es una verdadera noción que nace desde nuestro interior, y que busca llegar al interior de los demás, o al nuestro propio.

"Todo el gesto del Namasté es un reconocimiento de la otra persona, de la situación, y se lo usa para demostrar la aceptación de que cada ser tiene la energía divina en su interior."

Cómo se forma la palabra Namasté

El vocablo es de origen sánscrito (lenguaje divino para la cultura hindú), que se pronuncia normalmente acompañándolo con una inclinación de la cabeza hacia delante y abajo, en señal de respeto, y a menudo también con las palmas de las manos unidas en el mudra de la plegaria. Todo el gesto es un reconocimiento de la otra persona, de la situación, y se lo usa para demostrar la aceptación de que cada ser tiene la energía divina en su interior.

La palabra Namasté, en su composición, posee las nociones de la reverencia (“Nama”), del yo (“as”), y del tú (“te”). Así, Namasté significa “te respeto” y “respétame” simultáneamente, “te reconozco” y “reconóceme” como seres divinos de la creación, como chispas de la energía universal.

También todo el gesto denota el respeto por la persona, por el lugar y por la situación, el agradecimiento, la apreciación y el honor por el todo y por todos, y por nosotros mismos: una gran terapia de reconexión con nuestro ser interior, que podemos hacer en casa y en total intimidad. Es saludarnos cada mañana al despertar (incluso frente al espejo) con un Namasté, y despedirnos por las noches con el gesto de reverencia, en respeto por nuestro interior y nuestro potencial divino, agradeciendo a nuestro cuerpo por su funcionamiento, y a nuestra mente por permitirnos tantos pensamientos que nos ponen en marcha día tras día.

¿Cómo se usa el Namasté?

Como vimos, el Namasté es un saludo tanto inicial como final. En nuestra cultura es habitual utilizarlo a modo de cierre de respeto y despedida al finalizar sesiones de Yoga y meditación, mirándonos a los ojos y haciéndonos mutuamente la reverencia de reconocimiento y aceptación. Pero también puedes usarlo para agradecer (favores, consejos, la mera presencia de alguien), como saludo inicial al llegar a un sitio destacado o al encontrarte con una persona querida y respetada, y virtualmente en toda situación que lo amerite.