¿Qué es mejor para el bebe: Chuparse el dedo o tener un chupete?
Tanto el dedo como el chupete le sirven al niño para calmar una necesidad, pero llega un momento en que debe abandonarlo.
Los bebés se chupan el dedo desde antes de nacer, y es una necesidad más que un vicio porque ayuda a estimular el reflejo de succión para alimentarse.
¿Por qué los bebés se chupan el dedo?
Esta situación de elegir el dedo o el chupete es pura responsabilidad de los padres. Si bien la familia y los amigos pueden cooperar contigo contando sus experiencias, la decisión es tuya, o en todo caso del bebé, porque hay algunos a los que no les gusta el chupete.
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Cómo elegir el chupete del bebé
La verdad es que los bebés se chupan el dedo desde antes de nacer, y es una necesidad más que un vicio, porque ayuda a estimular el reflejo de succión para alimentarse, los calma y consuela.
Los médicos llaman a esto “succión no nutritiva”, las madres lo llaman calmante… pero la naturaleza a dictado que por lo menos hasta los 8 meses de vida, los niños necesitan de un objeto (sea dedo o chupete) para satisfacer sus necesidades de desarrollo.
Ventajas y desventajas del dedo y el chupete
La elección entre el dedo y el chupete es cultural y tiene tantos adeptos como opositores, aunque se pueden generalizar algunos pros y contras:
El primer punto a favor del chupete, se lo gana porque lo podemos hacer desaparecer cuando lo creamos conveniente, tendremos que padecer algún tipo de capricho o berrinche porque le hemos quitado su “pacificador”, pero es cuestión de tiempo. El dedo, en cambio, está siempre disponible y quitarle la costumbre será mucho más difícil.
El punto en contra se lo ganan los dos, ya que tanto el chupete como el dedo, si no se quitan a tiempo, terminan por deformar el paladar, pero esto sucede si la “succión no nutritiva” continúa luego de los 4 o 5 años. En todo caso, cualquier deformación que se produzca puede solucionarse con el desarrollo o con la consulta al ortodoncista.
En el caso de que elijas el chupete, los médicos recomiendan no utilizarlo hasta luego de la primera semana de vida, para no estropear el reflejo de succión y que el bebé se canse de mamar antes de alimentarse correctamente.
Sea cual fuere tu elección, recuerda mantener la boca, las manos y el chupete o tetinas de la mamadera siempre limpias.
