Cómo superar un mal momento anímico

Consejos para mejorar el ánimo

Ciertos momentos de la vida suelen oscurecer nuestros días. Nos sentimos agobiados, angustiados, como si nuestro espíritu pesara más de la cuenta. Es entonces cuando necesitamos sobrepasarnos del mal trago, buscar restablecer nuestro buen humor y estado anímico, y volver a hallar la sonrisa en pequeños detalles de nuestras rutinas diarias.

Cómo cambiar nuestro estado de ánimo

• Hay muchas formas en las que podemos ponernos en marcha para superar un mal momento. La primera, claro, es tener la seria intención de hacerlo, y no dejarnos caer ante la angustia o el mal ánimo. Con actitud y coraje, salir del mal humor es no sólo posible, sino también sencillo si realmente queremos hacerlo.
• El encierro no suele ser bueno, pero a veces es necesario. Tener unos minutos con nosotros mismos es una herramienta que no debemos pasar por alto.
  En los malos momentos, los estímulos no siempre son bien recibidos o interpretados, y podemos reaccionar de manera extraña o agresiva hasta frente a una caricia o a un ofrecimiento de buena compañía. Antes de que eso suceda, tómate unos momentos para compartirlo contigo mismo.
  Apaga el celular, desconecta el teléfono, apaga la tele y hasta silencia la música. Cierra la puerta de tu habitación (o de una habitación segura y confortable), apaga las luces, y relájate cerrando los ojos y respirando calmadamente. No pienses en nada más que en el sonido de tu respiración, y regálate un instante de paz.
• El ejercicio físico es una buena herramienta contra el mal estado anímico. Debido a procesos biológicos, la actividad física logra que nuestro organismo produzca las sustancias necesarias para el mejor estado de ánimo.
  Si te sientes angustiado, podrías dar unos golpes a la bolsa de box, aunque también unas vueltas a la manzana a pie, para activar tu cuerpo y reenergizarte, también servirá para superar un mal momento.
• La compasión y la empatía son técnicas de mejoría, tanto para nosotros mismos como para los receptores de nuestras buenas acciones. Hacer algo lindo por alguien más, alegrarle el día a otra persona (sea un familiar, un amigo o un completo extraño) puede ser drástico ante la necesidad de egoísmo momentánea, pero al final de la jornada seguro te hará brotar la sonrisa.
  Tan sólo hacer un regalo, dar una buena propina, ayudar a un anciano a cruzar la calle o brindar algún tipo de ayuda te harán sentir más valioso para tu entorno y, finalmente, más contento y satisfecho.
• Luego, para superar un mal momento, siempre podemos echar mano a las técnicas que ya conocemos: reír, beber agua, relajarnos y compartir momentos con nuestros pilares de contención son actividades beneficiosas para todos, y a todo momento.
• Lo importante siempre es hacer, actuar, moverse, y no quedarse en casa maldiciendo el por qué de las cosas. El tiempo todo lo cura, y si le damos una mano al tiempo poniendo en práctica estos consejos, no habrá mal trago que nos dure mas allá de lo que soportamos.