Cómo Mejorar el Lenguaje Corporal

Veamos algunos tips para comprender mejor el lenguaje de nuestro cuerpo y algunos ejercicios para mejorar nuestra postura en relación a la comunicación.

La importancia del lenguaje corporal

La comunicación no verbal es muy poderosa, aunque casi nadie lo sepa. Trabajar en mejorar este aspecto te servirá para proyectar profesionalismo, aumentar tu confianza y evitar problemas. El lenguaje del cuerpo es algo innato que nace con nosotros y se mantiene hasta el último día de nuestras vidas. Según los expertos, rige la manera en que las personas verdaderamente piensan y sienten.

Los estudios recientes de Universidades como Harvard o Princeton han indicado que el lenguaje del cuerpo es usado también por personas no videntes y que nadie lo enseña (como si ocurre con las palabras). Es verdad que la comunicación verbal es vital para dar un buen mensaje, pero también es imprescindible aprender a mejorar el lenguaje de nuestro cuerpo.

"El lenguaje no verbal es tan antiguo como la historia del hombre, y vale la pena destacar que existen poses exitosas y otras que nos llevan al fracaso."

Por ejemplo, las expresiones faciales indican las emociones. Todos tenemos la capacidad de detectar cómo se siente el otro, o si dice la verdad, tan solo con mirarlo a la cara; ni siquiera hace falta tenerlo frente a frente, con una fotografía alcanza. Las extremadamente negativas o positivas son las más fáciles de distinguir.

La mayoría de los gestos ya los traemos con nosotros desde que nacemos, no hace falta aprenderlos. El lenguaje corporal es tan antiguo como la historia del hombre, y vale la pena destacar que existen poses exitosas y otras que nos llevan al fracaso. 

Consejos para mejorar el lenguaje corporal

Quizás al principio te parecerá que las posturas que adopta tu cuerpo son falsas o fingidas, pero después de practicar un poco las llevarás a cabo sin problemas y sin darte cuenta siquiera. No hay que cambiar demasiado, simplemente los brazos y las piernas de lugar. ¡El cuerpo tiene que acostumbrarse a los nuevos hábitos!

En la medida de lo posible, trata de seguir estos consejos para mejorar tu lenguaje corporal:

Presta atención a la posición de los pies: Las investigaciones indican que los pies revelan muchas de nuestras emociones aunque no solemos enfocarnos en ellos (más allá de mirar los zapatos del otro). Por ejemplo, si hay dos personas hablando y te acercas a ellas puedes sabes qué les parece tu “intervención” mirando los pies. Si lo único que mueven es el torso y los pies quedan en el mismo lugar que antes, quiere decir que no eres bienvenido. Por el contrario, si abren los pies, te estarán incluyendo en la actividad.

Por otra parte, para saber si una charla ha terminado, pon atención en los pies de tu interlocutor. Aunque el torso y la cabeza estén en dirección a ti pero los pies “mirando” hacia la puerta, significa que desea irse.

Sonríe más: Cuando estamos felices sonreímos, pero hay veces en que nos esforzamos para reír aunque estemos muy tristes. Los estudios de la Universidad de Cardiff indicaron que aquellos que sonríen sin verdaderamente estar felices pueden mejorar su estado de ánimo. La manera en la que nos sentimos en relación a nuestras emociones no depende únicamente del cerebro, existen otras partes del cuerpo que ayudan a reforzar los sentimientos. Para practicar “tu mejor sonrisa” sin quedar falso, ponte frente al espejo mientras te cepillas el cabello o te lavas las manos. Sonreír te servirá para sentirte más exitoso.

Practica las poses de poder: En el caso de los hombres, pueden mejorar el lenguaje corporal y tener una postura de poder si al estar sentados abren las piernas y se recuestan un poco hacia atrás, o bien si doblan una pierna por encima de la otra rodilla y colocan los brazos detrás de la cabeza. Para las mujeres es similar, pero cruzando una pierna.

Alinea tu cuerpo: Cuando estés teniendo una conversación, una reunión o una entrevista no debes quedarte quieto en una misma postura; todo dependerá del tema, de la situación o del interlocutor. Si tratas de cambiar la posición durante una charla podrás reducir las tensiones, llegar a mejores soluciones y tomar decisiones más acertadas. Además, si te alineas con las personas a tu alrededor, podrás calmar las cosas en caso de que empiecen a “subir de temperatura”.