Cómo Mejorar la Inteligencia Emocional

Es un concepto algo amplio, y no es casualidad: es que puede distinguir 5 categorías básicas, en un total de más de 30 sub-categorías que se analizan. Las principales incluyen:

• La auto conciencia: La capacidad de reconocer los sentimientos propios y la confianza en uno mismo.
• La auto regulación: Capacidad de decidir y controlar la duración e intensidad de las emociones, la adaptación y la habilidad de innovación.
• La empatía: Ver y comprender las emociones de los demás.
• La motivación: El compromiso asumido y la iniciativa para cumplir los objetivos impuestos por nosotros mismos.
• Las habilidades sociales: Capacidad de relacionarnos con los demás mediante la comunicación, la gestión de conflictos, el liderazgo, la cooperación y la solidaridad.

"Aprender a mejorar la inteligencia emocional puede ser lo que haga de tu vida algo mucho más feliz, lleno de satisfacciones y de nuevos aprendizajes cada día. ."

5 pasos para mejorar la inteligencia emocional

Trabajar sobre cada una de estas 5 áreas es una manera eficaz de mejorar tu inteligencia emocional. Pero eso también requiere de un trabajo sostenido en el tiempo, en un constante avance hacia una vida más satisfactoria en cada plano.

Por otro lado, y sumado a todos los demás esfuerzos que hagas, puedes probar con estas 5 ideas efectivas:

1. Confronta tus sentimientos y emociones reales. Intentar engañarte respecto de lo que en verdad sientes sería como intentar esconderte detrás del aire. Es necesario que, en cada situación, comprendas qué sientes en verdad hacia una persona, evento o lo que sea, para poder actuar en beneficio de tu propia felicidad ante todo. Asumir lo que sienes te ayudará a poder decir que “no” cuando lo necesites, y a expresarte libremente como alguien que se ama y respeta a sí mismo.

2. Deja de juzgar. Nunca sabes qué está pasando por la mente o por el corazón de los demás, ni tienes la vara de oro que te permite decir, a ciencia cierta, qué es la verdad de las emociones. No juzgues a los demás, y acéptalos como son. Y haz lo mismo contigo: deja de juzgarte y de exigirte más de la cuenta, ¡eres un ser humano!

3. Escucha a tu cuerpo. A veces no comprendemos del todo nuestras propias emociones, y a veces no queremos verlas (en especial cuando queda involucrada una persona a la que queremos mucho). Pero el cuerpo es sabio, y todo lo sabe. Escucha a tu cuerpo, él te dirá cuándo estás en verdad a gusto y cuándo a disgusto con las personas, las situaciones, y hasta con tu propio comportamiento.

4. Cuida de tu mente y de tu cuerpo. Esta idea es fácil de anticipar: no puedes esperar ser feliz cuando no haces nada por tener una mente y un cuerpo saludable. Tumbarte en el sofá, comer comidas procesadas y con altas cargas de químicos, y rodearte de energías negativas y mal humor, es el camino más corto a la infelicidad. En cambio, ponerte en movimiento, hacer lo que te hace feliz, rodearte de personas enriquecedoras y positivas y cuidar de tu aspecto y de tu intelecto, elevará tu autoestima, tu confianza, y te acercará mucho más a la meta de la inteligencia emocional como dominante en tu vida.