La mejor manera de ayudar a formar una boca y dentadura sana en los bebes
El cuidado bucal de los niños merece la misma atención que el resto de su cuerpo. Veamos de qué manera podemos lograr una boca y dentadura sanas.
Sonrisas simpáticas y sanas sólo se logran con un buen cuidado bucal.
Boca sana en los niños
Siempre nos preocupamos por el peso, la talla, los colores de la piel y el bienestar general de nuestros bebés, pero muy pocas veces le prestamos la misma atención a sus boquitas.
Si bien para mantener una boca sana en los niños, la mayoría de los cuidados son los mismos que tenemos en cuenta para la salud de las otras partes de su cuerpo, también es bueno prestar atención a determinadas situaciones y generar hábitos saludables.
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La alimentación balanceada, en especial rica en proteínas, minerales y vitaminas, es muy importante para que la boca de nuestros hijos se mantenga saludable.
Buenos hábitos para una boca y dentadura sana
Concurre al odontólogo cuando la primera dentición esté completa, o mientras ocurre si es que tienes alguna duda.
Enséñale a lavarse la boca y cepillarse los dientes por lo menos 3 veces al día. Comienza con esta tarea desde los primeros 6 meses de vida, utiliza los cepillos especiales que se compran en la farmacia o tu dedo envuelto en una gasa estéril y humedecida con agua potable. Con estos elementos debes masajear las encías de su boca y limpiarlas.
Mucho se habla de amamantar y los beneficios de la leche materna, y es indiscutible que tu leche le aporta todos los elementos necesarios para estar sano y fuerte, pero poco se habla de los beneficios que tiene la succión que hace tu bebé al tomar de tu pecho.
Esta succión forma el paladar y ejercita los músculos de la mandíbula. Si no puedes darle el pecho, busca biberones con tetinas anatómicas lo más parecidas a tu pecho y hazle 5 pequeños agujeritos, pero muy pequeños, para que tu bebé pueda hacer succión. De igual manera, ten cuidado con el chupete y nunca te lo metas en tu boca, aunque creas que lo estás limpiando.
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Tampoco es bueno endulzar el chupete o el biberón para que lo acepte sin llorar, ya que se acostumbrará a pedir dulces cada vez que esté angustiado.
Otro dato a tener en cuenta es que mires cómo respira tu niño, si lo hace por la boca y no por la nariz, puede estar pasando algo. Si no cuidas que respire como corresponde, su paladar no se desarrollará correctamente.